En voz alta

Por: Gerardo Viloria
El viernes pasado, el comité noruego que otorga los premios Nobel, asignó a una institución intergubernamental llamada «Unión Europea», el Premio Nobel de la Paz 2012.
La pregunta es: ¿Por qué?
Ante todo, es importante señalar que en la entrega de un premio tan delicado como éste, no hay ingenuidad alguna; obedece a una postura política.
El presidente de la comisión, THORBJOERN JAGLAND, al anunciar su decisión en Oslo, dijo: «Este es un mensaje a Europa para que haga todo lo posible para asegurar lo que ha logrado y siga adelante»; es un recordatorio de lo que se perdería «si se permite que la unión colapse».
Es importante señalar que para teoría liberal de la paz inicialmente planteada por KANT y mucho tiempo después retomada por autores como DOYLE, sostiene si se promueve la democracia en el mundo, la paz es más fácilmente alcanzable.
A esto hay que añadir otro aspecto del liberalismo, su visión de la economía y el comercio. Para este planteamiento, el permitir que las naciones comercien libremente e incrementen sus lazos económicos, favorecerá condiciones de interacción, interdependencia, y por consiguiente, de paz.
A esta visión, habrá de sumar la de GALTUNG, un autor noruego, quien ha insistido en sus textos desde hace más de 50 años, que la paz no es únicamente la ausencia de guerra o violencia, sino el fortalecimiento de los aspectos positivos que la edifican, como lo son la armonía, la cohesión, la colaboración, y en última instancia, la integración.
Es oportuno comentar que si bien es cierto que hasta antes de 1945, Francia y Alemania, por ejemplo, vivieron guerras desastrosas, también es verdad que en los últimos 60 años sus condiciones de colaboración e interdependencia hacen que una guerra entre estas naciones sea menos probable que nunca.
En ese sentido, la aportación no de Europa, sino de la llamada «Unión Europea», a la paz de ese continente, y por ende, a la del globo, es innegable.
Por lo tanto, en la visión de quienes apoyan el concepto de la Unión Europea, como lo manifiesta el comité Nobel, si uno de sus miembros como Grecia, se retira del Euro, se darán pasos hacia atrás en este proceso, poniendo en riesgo todo el esquema de integración hasta ahora logrado.
Por eso, hay que entender que el comité noruego justo en estos momentos de crisis para la Unión Europea, otorgó el respaldo no a una persona sino a una idea encarnada en una institución.
No se puede acabar con el Euro, dijo hace un año Sarkozy, porque sin Euro no hay Europa y sin Europa no hay paz ni prosperidad posible.
No obstante ello, hay que señalar que la crisis de deuda que abate al área de la moneda única ha generado inestabilidad económica en varios de sus estados miembros, y han surgido disturbios en las calles de capitales como Atenas y Madrid debido a las severas medidas de austeridad aplicadas.

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