En voz alta. Complicidad o capricho

El responsable de una de las áreas más sensibles de la Procuraduría General de la República, el subprocurador especializado en investigación contra la Delincuencia Organizada (SEIDO), JOSE CUITLAHUAC SALINAS MARTINEZ, fue separado de su cargo por instrucción de la procuradora General de la República MARISELA MORALES IBAÑEZ.
Esta sacudida inesperada del denominado “Zar anticrimen”, quien por cierto es el cuarto funcionario que ha ocupado esa posición durante la presente administración, ocurrió a 15 días que concluya el gobierno calderoniano; lo anterior, en medio de versiones de diferencias entre él y la titular de la PGR y, así también, de acusaciones de presunta protección del subprocurador a sus colaboradores relacionados con diversas averiguaciones previas y posibles vínculos con el crimen organizado.
Cabe mencionar que SALINAS asumió el cargo cuando en abril de 2011, MORALES IBAÑEZ fue designada al frente de la Procuraduría General de la República (PGR), y que SALINAS MARTÍNEZ  considerado como uno de los colaboradores más cercanos de la procuradora general de la República, hoy se encuentra en entredicho como funcionario cómplice o bien, caprichoso.
Cabe señalar que desde hace varios años la descomposición de esta entidad ensombrece su función que debe ser garante de la legalidad y procuración de justicia, con la consecuente pérdida de confianza y credibilidad frente a la sociedad.
Fue la propia procuradora general MARISELA MORALES, quien durante la glosa de Análisis del VI Informe de Gobierno del presidente FELIPE CALDERÓN HINOJOSA, reconoció que la PGR se ve erosionada por la corrupción.
En este contexto, recordemos que apenas en el mes de septiembre quedó al descubierto la red de corrupción en los servicios aéreos que dio origen a una de las investigaciones de mayor magnitud que se llevan a cabo en la institución.
Las mismas han revelado desde la inexistencia de manuales de operación hasta robo y tráfico de refacciones, simulación de reparaciones, “extravío” de bitácoras de vuelo y de reportes de mantenimiento, contratación de seguros para helicópteros, aviones que no sirven, e incluso la sospecha que algunas aeronaves han sido utilizadas para transportar droga.
Ahora bien, todos los actos de corrupción en la PGR se facilitan porque no hay eficientes mecanismos de control y transparencia que permitan el escrutinio público.
Para hacer frente a este problema endémico del país, dos semanas antes que asuma el poder, el presidente electo ENRIQUE PEÑA NIETO, confirmó su intención de crear una Comisión Nacional Anticorrupción.
Ante ello, es importante comentar que si bien la transparencia puede ser un medio para evitar la corrupción, también el castigo severo debe ser de grado relevante –lo anterior, sin importar de quien se trate-, ya que cuando se ha defraudado la confianza respecto a compromisos y responsabilidades  asumidas, se ha dañado y desesperanzado al pueblo de México.

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