El secretario de Seguridad del estado, Damián Canales Mena, dio posesión como nuevo director General de Prevención y Readaptación Social a José Manuel Mayorga Sánchez, en sustitución de Fernando Enciso Carreón, quien estuvo al frente de este organismo durante siete años, con ello se inició una reestructuración general al Sistema Penitenciario del estado.
En los últimos meses, los Centros de Reclusión de Ixmiquilpan y Pachuca han registrado fugas y riñas, que sumado a la necesidad de un cambio en los directivos originaron el relevo.
El secretario de Seguridad argumentó que en los próximos días se darán nuevos relevos en las cárceles y Centros de Readaptación social de Hidalgo.
Entre los lugares que se analizan se encuentra el Cereso de Tulancingo, donde se han dado a conocer algunas denuncias sobre anomalías, al igual que en otros penales.
«El problema es que se hacen las denuncias y cuando acudimos al lugar a investigar resulta que todo está bien nadie da más elementos para profundiza en las quejas».
Refirió que al haber señalamientos directos como en el caso de Pachuca, donde hay varios funcionarios arraigados, se actúa de manera inmediata.
La seguridad, dijo, debe de tomarse con toda la precaución necesaria, por lo que además se analizan los perfiles de los funcionarios que aspiran a ocupar en el sistema penitenciario.
Consideró que equivocar el perfil de los directivos se traduciría en una afectación directa tanto para los internos como para la población en general.
En Hidalgo se cuenta con 12 Centros de Readaptación Social y cinco cárceles distritales, además de una población de 3 mil 200 internos, «no es tarea fácil no se puede encargar la responsabilidad de un centro de reclusión a cualquiera se debe de privilegiar la trayectoria para que no haya más problemas», acotó.
El jefe policiaco dio a conocer que se mantienen en alerta ante la fuga de internos que se registró en Piedras Negras, Coahuila.
Refirió que, tras los hechos, las autoridades de ese lugar dieron parte a todos los estados.
Fuente: eluniversal