Felipe Calderón en la ONU.

Nueva York. Luego de recomendar a los países consumidores de droga explorar todas las alternativas para eliminar las ganancias exorbitantes de los criminales, incluyendo opciones regulatorias o de mercado, el presidente Felipe Calderón propuso a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hacer una valoración profunda de los alcances y los límites del actual enfoque prohibicionista en materia de drogas.

Esto no implica, aclaró, que se deba bajar la guardia ni ceder un solo milímetro ante las organizaciones criminales; significa que los países asuman responsabilidades comunes, pero diferenciadas ante los problemas a los que nos enfrentamos, concluyó.

Al participar en la 67 sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el mandatario mexicano lamentó con “profundo pesar”, sin citar a Estados Unidos, que en otros países no se combata a las organizaciones criminales con la misma determinación con la que México lo hace.

Por ejemplo, citó que la conferencia diplomática realizada en julio pasado aquí mismo en Estados Unidos no logró un acuerdo para la adopción del Tratado sobre Comercio de Armas, lo que habría sentado bases para controlar la venta irresponsable de armas de alto poder al crimen organizado trasnacional.

Por ello anunció que México impulsará un tratado que limite o prohíba la transferencia de armas convencionales cuando exista el riesgo de que éstas puedan ser utilizadas para cometer horribles u criminales violaciones al derecho internacional.

“Pero el tráfico de armas es sólo una arista de este complejo problema. Hoy tenemos que reconocer una verdad indiscutible: el consumo de drogas ilegales en muchos países desarrollados está causando violencia y miles de muertes en los países de producción y tránsito, que nuestros países no merecen”, dijo.

Lamentó que en los países consumidores de drogas no hayan avanzado, al menos de manera relevante y significativa, en la reducción del consumo, por lo que se requiere redoblar esfuerzos para atender este problema de salud pública.

En lo que fue su última intervención como jefe de Estado ante la asamblea de la ONU, Calderón advirtió que mientras el flujo de ganancias millonarias no se detenga, la delincuencia organizada seguirá comprometiendo y asechando gobiernos y sociedades.

“Por eso ha llegado el momento en el que los países consumidores evalúen con toda honestidad si cuentan con la voluntad y la capacidad para reducir el consumo de drogas de manera significativa. De no ser así, es urgente que tomen ya acciones contundentes para reducir los extraordinarios flujos de dinero que terminan en manos de las organizaciones criminales”.

El tema de la delincuencia organizada trasnacional ocupó gran parte de la última intervención del presidente Calderón en la ONU. Insistió en que ésta es una de las más graves amenazas globales de nuestro tiempo, pues las organizaciones criminales articulan redes de operación en torno a los grandes flujos ilegales de droga, pero también de armas, dinero y trata de personas, para controlar su oferta y demanda y así cobrar las rentas que generan estos mercados ilícitos. Le disputan el poder al Estado mismo, subrayó.

Es por ello, agregó, que es urgente replantear la soluciones para este problema, que pasa necesariamente por una evaluación de los países consumidores para regular el mercado de drogas y evitar así ganancias exorbitantes.

Ante el pleno remarcó que el dinero de los consumidores de droga, que proviene sobre todo de naciones desarrolladas, está causando así la muerte de miles y miles de jóvenes en América Latina por la violencia asociada al narcotráfico. Y en particular, las naciones que estamos sufriendo de manera más aguda los efectos devastadores de esta situación somos las ubicadas entre la zona productora de Los Andes y el principal mercado de droga: los Estados Unidos.

En su intervención de casi 20 minutos, Calderón citó como desafíos actuales globales la emergencia económica, los objetivos de Desarrollo del Milenio, el cambio climático y la delincuencia organizada trasnacional.

Además de atender estos cuatro desafíos, el presidente Calderón señaló la necesidad de fortalecer a la ONU desde su interior para que responda mejor a los retos globales.

De manera particular, se refirió al caso de Siria. Condenó la represión del régimen de Damasco y la violencia generalizada que está afectando ala población civil y ha provocando ya una crisis de refugio en los países vecinos.

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Foto: elfaro.mx

 

Fuente: LaJornada

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