Foto: elmundo.es
Vilma Soltesz, una mujer originaria de Hungría que radicaba en Nueva York, falleció en su país natal, sin poder regresar a E.U. para someterse al tratamiento para mantener su salud, después de un viaje de vacaciones a su lugar de origen.
Al menos 3 aerolíneas se negaron a permitirle subir a sus aviones, a pesar de que ya había realizado el viaje de ida a Hungría en dos vuelos, de las aerolineas Delta y KLM. Vilma pesaba 190 kilos y requería de silla de ruedas para desplazarse, debido a la amputación de una pierna.
El viudo de Soltesz, explicó a un reportero del diario neoyorquino «The New York Post», las terribles vivencias que tuvieron que pasar al intentar regresar a los Estados Unidos para su tratamiento. Relató como la aerolínea KLM argumentó que no fue posible enbarcarla a pesar de «todos los esfuerzos realizados hasta el final», por lo cual tuvieron que desplazarse a Praga donde Delta habría prometido espacio para el viaje.
Lamentablemente Delta canceló el viaje de Vilma debido a que la silla de ruedas» no era suficientemente resistente» y la mujer no cabía en el ascensor; por lo cual hicieron un intento más con la aerolínea alemana Lufthansa, de donde estuvo cerca de partir; sin embargo ni los bomberos ni la tripulación tuvieron la fuerza para trasladarla de la silla de ruedas a sus asientos en el avión, por lo cual tras 30 minutos de intentos fallidos, el capitán del avión se desesperó y ordenó la retirada de la mujer del avión.
Tras este último intento regresaron a Hungría pues la salud de Vilma estaba empeorando, por lo cual terminaría falleciendo días más tarde. El abogado Holly Ostrov Ronai, informó también que iniciarán una lucha legal contra las aerolíneas por las faltas cometidas, principalmente contra los derechos de los discapacitados.
Redacción. Agenda Informativa.