Ya van más de 940 muertos tras el colapso de un edificio en Bangladesh.

Una mujer rescatada con vida un día después del accidente. Foto: Kevin Frayer / AP
Una mujer rescatada con vida un día después del accidente.
Foto: Kevin Frayer / AP

A dos semana del colapso del edificio Rana Plaza, en Bangladesh, siguen saliendo a la luz pública detalles que están generando conmoción en todo el mundo.

La cifra oficial de muertos rescatados entre los escombros asciende a 940; sin embargo la cifra de desaparecidos continúa rondando los 400, por lo cual la cifra definitiva rebasará los mil decesos con toda seguridad.

1366823950-workers-say-they-were-forced-into-rana-plaza_1990950Este accidente se ha convertido en la tragedia más mortífera causada por el colapso de un edificio en todo el mundo. Hasta antes de este accidente, el colapso de una tienda departamental en Seúl, en 1995, había sido la peor en la historia, con 502 muertes; lo cual es menos de la mitad de los fallecimientos totales que se confirmarán en Bangladesh.

Las protestas también se han tornado masivas en el país más densamente poblado del mundo; diversos enfrentamientos con la policía han sido registrados, pues la indignación de la población es equiparable a la magnitud del desastre.

Es lamentable también que la empresa haya omitido una orden policial para no utilizar el edificio, pues un día antes había sido desalojado por una enorme grieta que se abrió a un costado del mismo.

Este accidente ha sido uno de los más graves de la historia, pero debe dejar al menos lecciones importantes para no volver a repetir errores que son imperdonables.

Se ha publicado también que el edificio fue contruido sobre una cienaga, lo cual lo hacía un edificio bastante vulnerable; además de que irresponsablemente fue ampliado de 5 a 8 pisos, con una estructura de contrucción demasiado débil, sin varillas de refuerzo, exponiendo la vida de miles de personas, la gran mayoría trabajadores de una maquiladora textil que ocupaba el edificio.

Al menos varias personas han sido rescatadas, sin embargo la magnitud de la tragedia deja mucho para la reflexión.

Marco Peña R.
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