¿El Pacto pagará el pato?

@josegmunoz

 

El tremendismo ramplón no podía faltar como parte contextual del proceso electoral que se vivió en 14 estados de la República este domingo 7 de julio. La prensa, otrora uniformada con encabezados alusivos al triunfo “inobjetable” del partido arrollador, dispara ampulosos mensajes en múltiples direcciones a grado tal que dan la impresión de que cada medio se refiere a hechos distintos y distantes, conformando un rompecabezas difícil de armar.

 

El contenido de articulistas y notas informativas por momentos camina en sentido contrario. La “ausencia de violencia” marcada por unos, contrasta con dantescas descripciones de asesinatos, trampas, compra y coacción de votos, robo de urnas, propaganda negra, derroches multimillonarios provenientes del crimen organizado, control ilegal de gobernadores y otras lindezas, al tiempo que se disparan los negros augurios y el más tenebroso de todos para Enrique Peña Nieto, que el Pacto por México peligra, cuando él había ordenado a sus colaboradores del poder Ejecutivo que no metieran las manos a favor de ningún partido, aunque, vale aclarar, que ningún gobernador es subordinado suyo, por lo que esa ventana no controlada es por donde se le escapa el control de gente sin escrúpulos de su propio partido.

 

Lo que viene es de pronóstico reservado, porque si se confirma que la alianza del Partido Acción Nacional con el PRD triunfó en Baja California, será difícil que los panistas con Gustavo Madero al frente homologuen su discurso con los perredistas que lidera Jesús Zambrano, respecto a su permanencia en el Pacto, como ya se vio en la primera conferencia de prensa dada el lunes 8, en la que ambos personajes hacen sus respectivas “denuncias, pero Zambrano fue claro en que peligra el Pacto por el comportamiento gansteril de los gobernadores del PRI, pero Madero no se refirió en los mismos términos, lo que puede confirmar la sospecha de que hubo trabajo de laboratorio para disparar los resultados (preliminares) de 4 puntos a favor del blanquiazul, para que conserve Baja California, conformándose así una reproducción de la primera gran concertacesión de 1989.

 

Por lo pronto, ya se dio la primera señal, pero para conformar la hipótesis, bastaría con que Madero decidiera no salirse del Pacto pese a que lo hiciera el PRD, aunque este partido ganó coaligado al PAN la gubernatura de BC y las alcaldías de Aguascalientes de Puebla, y en Tlaxcala, donde contendió sin el PAN

 

En el gobierno federal se advierte el nerviosismo. Miguel Ángel Osorio Chong y Manlio Fabio Beltrones dicen que el Pacto no será tocado. Esas declaraciones pueden obedecer a dos razones diametralmente opuestas: a que Madero sí está solidarizado con Jesús Zambrano, además de que está molesto porque uno de sus protegidos, Miguel Ángel Yunes, de Veracruz, no logró vencer al PRI debido a las evidentes malas artes del gobernador Javier Duarte y sí piensa retirar al PAN del Pacto o bien, que como buenos partícipes de los grandes acuerdos que en lo oscurito suelen hacer los políticos, que Madero está hasta el cuello de comprometido con el priísmo y se conformará conque Kiko Vega gobierne Baja California.

 

Por lo demás, la Fepade, en cuanto dependencia de la Procuraduría General de la República, está atada de manos para procesar y dar curso debido a todas las demandas presentadas por los partidos políticos en los 14 estados donde hubo elecciones, por la sencilla razón de que no tiene jurisdicción para intervenir en delitos del fuero común o locales; se escribió mucho de su participación, pero sólo para “aportar experiencia”, no obstante que no ha hecho nada relevante desde su creación el 4 de diciembre de 2000. La creó Vicente Fox con la ingenua idea de que atendería las denuncias de los delitos electorales, sin considerar que en este país de partidocracia quienes mandan son los partidos políticos. Son intocables. Juntos o individualmente. Recuérdese como el PRD logró despedir de su cargo a Luis Carlos Ugalde, consejero presidente del Instituto Federal electoral  por no haber levantado la mano de Andrés Manuel López Obrador el 6 de julio de 2006. La Fepade nació y sigue sin colmillos filosos para enfrentarse a ningún partido político con vocación dictatorial.

 

Proceso publicó este lunes 8 la siguiente nota, que no apareció en los medios tradicionalmente influyentes, que da cuenta de que “Grupos de choque y narco inhiben participación en las urnas. Policías estatales y municipales se enfrentan en Zacatecas”, para relatar que “Un saldo de dos muertos, varios lesionados por enfrentamientos y decenas de operadores detenidos dejó la jornada electoral de este domingo en 14 entidades, en que además se denunció la intimidación de sicarios y grupos de choque a quienes acudían a votar, aparte del robo, quema de urnas, coacción y compra del voto. “En Veracruz, dos personas muertas y heridos por enfrentamientos en Huatusco, Mecayapan y Cuichapa, así como la coacción y compra de votos por parte de PRI y PAN, enturbiaron la jornada electoral donde están en disputa 212 presidencias municipales y 50 espacios en el Congreso”.

(http://www.proceso.com.mx/?p=346902)

 

Parte de esta información también aparece en La Jornada, aunque menos explícita. La tesis oficial fue de “saldo blanco”. Si la violencia de suyo es preocupante, peor es la actitud de avestruz: que esconde la cabeza ante el peligro y así siente que no pasa nada. La República requiere respuestas claras y urgentemente.

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