Celebran en la UAEM el Día del Abogado

+ Al presidir la Ceremonia Solemne Conmemorativa al Día del Abogado, destacó que el trabajo de los abogados es ejemplo de hombres que consagraron su capacidad y aptitudes a la resolución y respuesta de las necesidades de la entidad y del país.

+ Baruch Delgado Carbajal enfatizó la responsabilidad del estudio constante, el análisis, la valoración y argumentación, situación que implica abandonar viejos esquemas.

R1TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO.- La Universidad Autónoma del Estado de México tiene la elevada misión de formar a hombres y mujeres cabales y rectos, con la convicción de que el trabajo y la ayuda mutua son los pilares sobre los que se sustenta el progreso y la construcción del bienestar social, objetivo que sólo podrá cumplirse a través de una formación basada en valores, el humanismo, la herencia y tradición del pueblo, señaló el rector de la UAEM, Jorge Olvera García, al presidir la Ceremonia Solemne Conmemorativa al Día del Abogado.R

 Acompañado por el director de Educación Superior de la Secretaría de Educación, Aníbal  Mejía Guadarrama –quien acudió en representación del gobernador de la entidad, Eruviel Ávila Villegas-, así como la Consejera Jurídica del gobierno estatal, Luz María Zarza Delgado, Olvera García refirió que la labor de la abogacía es de suma importancia para la convivencia social, ya que en ella se ve contenido el espíritu y certeza del respeto a la ley, pero también del impulso hacia la justicia y la construcción de una sociedad más equitativa y pacífica.

En el Aula Magna “Lic. Adolfo López Mateos” del Edificio de Rectoría, el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia y presidente del Consejo de la Judicatura, Baruch Delgado Carbajal, expresó que es imperativo que el abogado del nuevo siglo tenga el suficiente bagaje de conocimientos de la cultura jurídica, de la doctrina y la normatividad internacional, para que pueda asumir la responsabilidad de ser guía y ejemplo para la sociedad a la que sirve.

R2  En este evento, al que también acudieron la presidenta municipal de Toluca, Martha Hilda González Calderón; el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México y ex rector de la UAEM, Marco Antonio Morales Gómez, y el magistrado presidente del Tribunal Contencioso Administrativo, Miguel Ángel Terrón Mendoza, Baruch Delgado Carbajal enfatizó la responsabilidad del estudio constante, el análisis, la valoración y argumentación, pues “no se debe perder de vista que somos, a un mismo tiempo, abogados del derecho de ayer y cada vez más, el derecho de hoy”, situación que implica abandonar viejos esquemas.

Al respecto, el rector de la Autónoma mexiquense destacó que el trabajo de los abogados es ejemplo de hombres que consagran su capacidad y aptitudes a la resolución y respuesta de las necesidades de la entidad y del país, apegados en todo momento, a una postura ética, democrática y participativa, pero sobre todo, de respeto al Estado de Derecho y las garantías fundamentales de los individuos.

Añadió que la UAEM afianzará todas las alianzas posibles para el mejoramiento de las políticas públicas destinadas a lo jurídico, pero también a las políticas sociales, así que siempre estará de la mano del gobierno estatal, porque los profesionales del Derecho tienen clara la misión de promover el beneficio social.

R3En el marco de esta ceremonia, la Facultad de Derecho –por acuerdo unánime de sus consejos de Gobierno y Académico- entregó un reconocimiento a Jorge Olvera García, por su destacada trayectoria como jurista y su indeclinable vocación, puesta al servicio de la justica; el rector agradeció la distinción e hizo hincapié en que desde hace dos décadas, un abogado no estaba al frente de la UAEM.

Acompañado por el secretario de Rectoría, José Benjamín Bernal Suárez, y el Abogado General de la UAEM, Raúl Hiram Piña Libien, el director de la Facultad de Derecho, Enrique Uribe Arzate, enfatizó que el abogado de hoy debe formarse como auténtico jurista, que hace y aplica el Derecho, lo ejerce pensando, construye el objeto de estudio con la pasión y vehemencia que sólo da la genuina vocación de abogado.

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