El banco central de México mantuvo el jueves su tasa de interés de referencia, tal y como esperaba el mercado, aunque sostuvo que no pueden descartarse nuevos episodios de volatilidad financiera mundial por lo que vigilará el desempeño del tipo de cambio y su eventual impacto en los precios.
La autoridad monetaria dejó sin cambios en 3.75 por ciento su tasa clave por segunda reunión consecutiva, en línea con la expectativa de 25 analistas encuestados por Reuters, tras sorprender al mercado en febrero con un agresivo incremento de 50 puntos base, que buscó principalmente apoyar al castigado peso mexicano.
El peso ha ganado casi un 8.5 por ciento desde el mínimo histórico de 19.448 por dólar que tocó días antes del aumento de la tasa en febrero, moderando con ello las preocupaciones sobre un posible impacto sobre los precios al consumidor.
«Hacia adelante, la Junta de Gobierno seguirá muy de cerca la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas de mediano y largo plazo, en especial del tipo de cambio y su posible traspaso a los precios al consumidor», señaló el comunicado.
La inflación de México se ubicó en 2.60 por ciento interanual hasta la primera mitad de abril, en la parte baja del objetivo del banco de 3.0 por ciento, más o menos un punto porcentual.
Banxico espera que la inflación siga por debajo del 3.0 por ciento en los próximos meses, aunque podría superar ese nivel a finales de año. Sin embargo, dijo que es previsible que el promedio anual se ubique «prácticamente» en 3.0 por ciento y que el índice se mantenga alrededor del objetivo durante 2017.
«La Junta de Gobierno está todavía cómoda con las perspectivas de inflación de aquí hasta 2017», dijo Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs en un reporte a clientes.
El comunicado reiteró además que la Junta se mantendrá vigilante de la posición monetaria relativa con Estados Unidos, sin descuidar la evolución de la brecha del producto.
El mercado espera que Banxico aumente su tasa en línea con la Reserva Federal de Estados Unidos, aunque el gobernador Agustín Carstens ha dicho que la entidad no será tímida en subirla para lograr su objetivo de inflación.
El banco destacó que la expansión económica local en el primer trimestre estuvo sustentada en un dinámico consumo privado, en contraste con la debilidad de la demanda externa y la inversión de las empresas, así como con la lentitud de la actividad industrial, orientada principalmente a Estados Unidos.
La economía mexicana creció un 0.8 por ciento en el primer trimestre frente al mismo lapso previo, según cifras preliminares.
Reuters