Francisco: Poder es Servicio

gerardo viloria
     Gerardo Viloria

En razón que nuestro país ocupó un lugar especial en las agendas de JUAN PABLO II y BENEDICTO XVI, el pasado año surgieron varias preguntas sobre el por qué México no estuvo en la gira del Papa FRANCISCO, dado que para ambos pontífices nuestro país era estratégico en sus proyectos políticos pastorales.

No obstante, FRANCISCO sí estimó asistir a Ecuador, Bolivia y Paraguay, así como Estados Unidos –incluida la ONU- y Cuba.

Las razones oficiales no se conocieron, sin embargo, múltiples respuestas y conjeturas fueron y vinieron: unas sobre aspectos de desplazamiento, otras de lógica eclesiástica y otras más, obviamente, políticas.

Lo anterior, sin tomar en cuenta que para los políticos mexicanos la visita de los papas previos representó la posibilidad de maniobrar espacios y márgenes de legitimación política. Y para los empresarios fue una mina de oro.

Lo cierto es que en junio de 2015 el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO, en su gira por Bruselas anunció la “aceptación el Papa FRANCISCO de visitar México, donde siempre será bien recibido”.

Anteriormente, el Papa FRANCISCO, había señalado que “México requiere un viaje de por lo menos una semana” y expresado su interés por estar en la Basílica de Guadalupe.

Al comunicar por fin su decisión de hacer una gira por México en este 2016, aceptando la invitación del gobierno federal para realizarla, comentó que era un hecho inevitable, pues aplazar éste viaje “ya era hasta ofensivo” para el segundo país con más católicos en el mundo.

Esta será su primera visita Apostólica y séptima de un Pontífice a México, recayendo en JORGE MARIO BERGOGLIO, conocido como el Papa FRANCISCO, quien es jesuita y se le nota.

Como arzobispo de Buenos Aires, ha estado tres veces en el país, y lógicamente tiene una buena idea del sistema político mexicano. Por tanto, no acudirá a México con los ojos cerrados a hablar únicamente de las rosas del Tepeyac.

De cualquier forma, el representante del Vaticano no viene confrontarse con el gobierno anfitrión. Como estadista, no acude para regañarlo o cuestionarlo. Aunque como el jesuita de mayor rango en su grey, definitivamente, no silenciará sus juicios.

No obstante ello, es políticamente sensible y si no puede ayudar, tampoco estorbará.

En este sentido, sin estridencia y con la misma franqueza que se expresa, el Vicario de Cristo definió su misión de paz para un país que vive su propio “pedacito de guerra”, el cual no dudó en relacionarlo con la  violencia, el crimen organizado, la corrupción, la trata de personas y la desunión. No olvidemos que alguna vez sobre la corrupción, señaló: es normal ser pecador, pero corrupto, no.

Por otra parte, FRANCISCO se topará con el México dolorido que se representa en los migrantes perseguidos, en las cárceles inhumanas, en los jóvenes sin oportunidades de desarrollo, en los indígenas excluidos, en los enfermos, en las víctimas de la violencia.

Se puede afirmar que el sucesor de San PEDRO aspira a llegar hondo en el ánimo de los fieles, a los cuales presentará una Iglesia católica como factor de solución y de alivio para comunidades agraviadas, fundamentada en reformas centradas en dos grandes ejes: la justicia y la misericordia.

Ello sólo es posible con pastores con “olor a oveja”, de tiempo completo, dejando a un lado las comodidades, comprometidos en la nueva evangelización.

Sin duda alguna, quien nunca ha dudado en estar del lado de los desposeídos, quien es uno de los líderes más influyentes del mundo, sacudirá con el poder transformador de su discurso, pero sobre todo con su ejemplo, a un país que todavía se encuentra atrapado entre los anhelos de superación y desarrollo, así como en sus profundas contradicciones y desigualdades.

El Papa ha propuesto una serie de principios y nuevos estilos de vida que ayuden a construir caminos para un auténtico desarrollo centrado en la dignidad de la persona y el bien común.

Su primera encíclica no fue sobre algún debate teológico sino sobre el cambio climático.

De tal forma que, en los encuentros que sostendrá con los representantes de los poderes y el cuerpo diplomático, sobre seguro, el jefe del Estado Vaticano recordará que el “verdadero poder es el servicio”.

Para el experto en asuntos religiosos BERNARDO BARRANCO, la visita del Sumo Pontífice tendrá una mayor carga social y política que la de su antecesor, BENEDICTO XVI.

Guste o no, ésta gira pastoral de FRANCISCO, el Papa latinoamericano, será un hecho político; está cambiando el perfil del papado y reconvirtiendo a la Iglesia en una institución pobre para los pobres.

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