Ejercicio del Poder

gerardo viloria“Honrar, honra”, señaló JOSE MARTI. El recinto de memoria colectiva, el armonioso Museo de Arte Moderno del Barro, fue testigo silencioso.

En el embeleso de la magia que ese espacio magnifica, el pasado viernes 14, el Ayuntamiento de Metepec, en su Primera Sesión Solemne de Cabildo, privilegió -con el más alto reconocimiento que otorga- la Presea Metepec 2016, a 16 hombres y mujeres metepequenses que “han decidido hacer de cada instante de su vida algo extraordinario para sí mismos y en beneficio de la comunidad”.

En la dimensión temporal, la voluntad de satisfacción de las aspiraciones comunales e individuales ha ido modelado permanentemente las formas de vida social, convirtiendo la historia en continua correspondencia entre individuo y su colectividad.

En ese encuentro las emociones de la razón encarnan en trascendencia.

En el ámbito del quehacer periodístico, en fino sentido del equilibrio, con aspiración y compromiso, el giro de informar establece el anhelo de comunicar.

La comunicación como base de las relaciones sociales al describir en conocimiento, un hecho o acción, conlleva la intención de iluminar la comprensión del presente.

Dejando los sueños del sosiego, en el cruce existencial con los acontecimientos, el periodista se detiene a observar lo que para otros es invisible.

Con el cálculo del oportunista, al llevar y conducir al receptor al encuentro y acercamiento de los sucesos, el periodista recorre los pasillos de la historia.

Y en el sondeo de lo esencial para tornarlo en inclusión compartida, su quehacer vivifica su existencia.

En esa interactividad de tiempo, forma y espacio, como impulso y esperanza, a través del cuerpo edilicio del Ayuntamiento de Metepec, presidido por DAVID LOPEZ CARDENAS, quien transporta una tradición memorable, tuve el alto honor de recibir la Presea Metepec 2016, en la modalidad de Periodismo e Información.

Metepec, ha abrigado 23 años de mi existencia. Espacio de reposo de mi padre ido. Punto de nacimiento de mi menor hija y venturoso cobijo de mi pequeña nieta.

Es rincón mágico del Estado de México, donde la universalidad vivifica e invade el espíritu. Territorio que me ha prodigado una vasta diversidad de amigos cuya empatía vincula y sensibilidad conjunta.

Lugar cuya cultura ancestral arropa recuerdos, establece tradiciones y genera aspiraciones.

Hilvanando peregrinajes puedo afirmar que Metepec es acento de generosa hospitalidad que conforma el hálito del tiempo.

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