Manzanero deslumbra en Quimera Metepec

12 de octubre 2017.- “Muchas gracias por permitirnos el honor a mis músicos y a mí estar aquí con tanta gente bonita”, exclamó, para dar paso a las canciones “Esta tarde vi llover” y “Aquel señor”.

Una de las sorpresas de la noche, fue que su hijo Juan Pablo Manzanero y Aranza -con quienes colabora juntos para un nuevo disco denominado “Tengo permiso”-, compartieron escenario para dedicar melodías como “Adoro”.

“Para mí es un honor cantar con mi padre”, dijo Juan Pablo, que interpretó en solitario “Serás el aire”, tema de su autoría, que fue coreado por los asistentes. Después el maestro Armando regresó al piano para cantar “Contigo aprendí”, “Huele a peligro” y uno de los más esperados: “Nada personal”. De igual forma, Aranza fue aplaudida con las canciones “Dime” y “A la que vive contigo”.


La noche fue una de las más emotivas que se han vivido en Quimera 2017, pues además de cantar, el artista de 81 años contó anécdotas y chistes al público.

“Dormir contigo”, “Nos hizo falta tiempo”, “No sé tú”, “Mía” y “No”, fueron otros de los grandes éxitos que se escucharon en el centro del Pueblo Mágico en las voces de los famosos y de los visitantes. “Dios bendiga a Metepec, gracias”, dijo el compositor, a lo que el público se puso de pie y gritó “otra”, logrando que el cantautor regresara a escena con los temas “Por debajo de la mesa” y “Felicidad”, para cerrar la velada con broche de oro.

Al finalizar el concierto, el ícono mexicano expresó que quedó encantado con la respuesta de Metepec: “si todo el público que tuviéramos en todo el mundo fuera así, sería una maravilla. Es un público inmensamente cálido, muy respetuoso, con muchas ganas de oír música”.

Respecto a acercar la cultura de manera gratuita a la gente en festivales como Quimera, Armando Manzanero dijo que es el mejor regalo que se puede dar y agregó que “el compañero más importante que puede tener cualquier ser viviente, es la música, porque es de ahí la parte más significativa de la cultura para que la gente tenga esa sensibilidad que justamente tiene Metepec”.

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