Al interior de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) se gesta un movimiento que podría representar complicaciones para la recién inaugurada administración de Alfredo Barrera y que de prosperar, dejaría trastocado el organigrama que hasta este momento tiene la propia institución.
Las inconformidades, malestar y enojo de investigadores, personal administrativo y alumnos se derivan de un mal llevado asunto en el Instituto de Estudios Sobre la Universidad (IESU) y que hizo crisis en la gestión de Jorge Olvera, debido al engaño con que operó Hiram Piña, primero como abogado general y después como secretario de rectoría.
Tanto es el encono existente que en la recta final de la gestión de Olvera, al menos 22 de los 32 investigadores pretendieron realizar marchas y plantones para pedir que Ana María Reyes Fabela, becaria protegida por el entonces director del IESU, René Pedroza Flores fuera su sucesora.
Junto con ello, lograron abortar la entrega del Cum Laude a Pedroza, pues antes de considerar como sobresaliente su gestión, ésta constituyó todo un terror en el IESU, propiciando fracturas y rompimientos entre las diferentes áreas.
Frente a la papa caliente, Barrera Baca no ha hecho nada y los integrantes del Instituto han sondeado, junto con estudiantes, a otros institutos y cuerpos académicos para obtener respaldo y empezar un movimiento tendiente a frenar el nombramiento de Ana María Reyes como directora definitiva, pues desde noviembre de 2016, solo es reconocida como encargada del despacho.
El caso amenaza con tornarse complicado si no se antepone la conciliación y el diálogo, pues dentro de los planteamientos que buscan hacer los investigadores y profesores es la separación del IESU en dos cuerpos diferentes; es decir, como estaban antes de 2008, cuando se integró el Instituto como tal.
Ojalá no llegue la tormenta y se pueda atender el caso, apelando a que el nuevo rector ha mostrado disposición por resolver los asuntos que quedaron pendientes en la administración anterior.
Ojalá el esfuerzo de los investigadores para sanear al IESU no se complique y la Universidad tenga en breve un panorama que a nadie conviene.