UAEM: Aniversario Luctuoso de Horacio Zúñiga

TOLUCA, Méx. – Con motivo de su 62 aniversario luctuoso, la Universidad Autónoma del Estado de México recordó a Horacio Salvador Zúñiga Anaya, escritor, profesor y orador mexicano originario de la ciudad de Toluca y autor del himno universitario.

En el Aula Magna “Lic. Adolfo López Mateos”, el director general de Comunicación Universitaria, Gastón Pedraza Muñoz, destacó al ícono de esta casa de estudios como uno de los intelectuales más importantes de Toluca, quien desde niño evidenció su elocuencia en diversos proyectos editoriales, en los que mostraba su ideología liberal.

Antes, el poeta, ensayista y editor mexiquense Félix Suárez dio lectura a la semblanza de quien fue profesor de filosofía, historia y literatura del Instituto Científico y Literario, antecedente de la UAEM.

En presencia del rector Alfredo Barrera Baca, Pedraza Muñoz puntualizó que, como profesor, Horacio Zúñiga invitó a sus discípulos, entre ellos Octavio Paz, José Muñoz Cota, Guillermo Tardiff y Adolfo López Mateos a ser curiosos, cuestionar, aprender, descubrir y no memorizar.

“El poeta mexiquense tuvo sus claroscuros, pero sus reflexiones en torno a la disciplina y la dignidad que deben poseer los profesores, como cualquier trabajador, siguen vigentes”.

Gastón Pedraza Muñoz agregó que fue la visión ecléctica y autodidacta de Horacio Zúñiga, así como sus conocimientos y experiencia en las áreas del derecho, periodismo, docencia, literatura, filosofía y oratoria lo que avaló su calidad frente a grupo e inspiró a varios de sus alumnos a seguir sus pasos.

Félix Suárez recordó a Horacio Zúñiga como un poeta destacado e incomprendido por algunos críticos de su tiempo; fue amante de las letras y la oratoria, esta última la consideraba como una vertiente de la poesía, un arte a la par de la expresión poética.

“En Zúñiga, como en pocos poetas, se observa un mismo y obsesivo registro tonal y sintáctico a lo largo de casi toda su obra. Entre Ánfora (1920) y Zarpa de Luz (1974) no hay prácticamente variantes visibles en cuanto a los recursos estilísticos y el fraseo empleado por el poeta y es que Zúñiga, desde muy joven, había decido mantenerse fiel a la retórica y la estética heredadas, en principio, del manierismo posmodernista de sus maestros”.

Horacio Zúñiga, dijo Félix Suárez, consideraba a la palabra, en esa conexión que une a la oratoria y la expresión poética, como el instrumento del cual se sirve para existir, con propósitos como cautivar, educar, enseñar o ennoblecer.

 

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