Las pistas y las interrogantes en torno a la explosión en Pemex.

A pesar de que ya se han hecho públicos, los estudios preliminares encabezados por la Procuraduría General de la República, para determinar lo que sucedió en el edificio B-2 de la Torre de Pemex, y que causó la muerte de al menos 37 personas, la incertidumbre y especulación continúan, en parte alimentados por las dudas que persisten en torno al caso y que no han podido ser aclaradas.

El Procurador Murillo Karam señaló que, sin lugar a dudas, la explosión había sido por una acumulación de gas en el sótano del edifico, sin embargo aún no saben con certeza que gas pudo haber afectado tal explosión, ni de donde surgió.

El titular de la PGR, enlistó tres posibles causas para generar la explosión, la primera un sistema de gas natural, que cuenta con cisternas en el edificio de enfrente y que alimenta al edificio B-2 por un tubo subterráneo. La segunda, un ducto antiguo que tiene más de 30 o 40 años y que es parte del edificio, mientras que la última es que podría ser parte de un tubo y un regulador que se encontraron, pero no se tienen más detalles.

Se cree que alguna chispa, producto probablemente de las labores de mantenimiento que realizaban tres trabajadores, pudo haber causado la explosión del gas, que pudo haber sido metano o natural, según las versiones oficiales.

Murillo Karam informó también que no se encontraron rastro de explosivos, lo cual indicaría que se trató de un accidente y no de un hecho premeditado; “la explosión propició un efecto en la estructura de los pisos del edificio, que generó primero su impulso hacia arriba, y luego su caída”, señaló el Procurador.

También reiteró el funcionario que «En toda la estructura, no hay elementos que presenten rastros de fuego, no hay ni un solo objeto quemado, ni un papel, en el lugar de los hechos; lo único quemado son los cuerpos de los tres trabajadores que estaban en el sotano, y obviamente sus ropas y pertenencias». Los trabajadores fallecidos pertenecían a la empresa COPIPOSA, que ha dado el servicio de mantenimiento por más de 40 años a este edificio.

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), salió a confirmar esta versión, afirmando que las investigaciones realizadas por la UNAM concuerdan con el análisis preliminar expuesto por la PGR.

Sin embargo diferentes dudas han surgido al respecto, esta mañana el diario El País de España, publica una entrevista realizada a un alto directivo de la empresa COPICOSA, quien señala que se le hace poco probable que el gas metano pueda haber producido la explosión: «informó de que los tres trabajadores que murieron eran experimentados, y explicó que para que una explosión de ese tamaño ocurriera, la concentración de gas tuvo que ser enorme, tan grande que sus trabajadores habrían muerto de asfixia mucho antes de las 15.40 horas, cuando ocurrió la explosión, porque se encontraban trabajando allí desde las ocho de la mañana. Incluso, el jefe de la cuadrilla salió de la caja de cimentación, donde llevaban a cabo las obras de mantenimiento, un par de minutos antes de la explosión sin síntoma alguno de intoxicación. Como el gas metano no huele a nada, cuando hay una concentración de ese tamaño, explicó el directivo, las personas “caen como pajaritos”. Reconoció, no obstante, que ellos tampoco tienen “explicación para esto, la verdad”.

En las redes sociales, también han surgido diversas versiones que cuestionan la viabilidad física de que pudiera haberse generado una acumlación de gas con una presión tan grande para poder generar un estallido de tal magnitud, sin haber sido detectado antes por los experimentados trabajadores de PEMEX.

El Procurador día un lapso de diez días para continuar las investigaciones y aclarar esta interrogante que aún se mantiene acerca del motivo real de la explosión en Torre Pemex.

También se ha descartado el mito de que pudo haber sido una implosión de halón que sugería el Director Editorial de Milenio Carlos Marín.

Carlos A. Mejia.
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