El país no está para bollos. Se discuten reformas que pueden cambiar el rostro de México; el ambiente en algunos espacios del territorio nacional se torna difícil ante una peligrosa mezcla de narcotráfico, política y demandas sociales; conjuntamente, diversos factores atizan el escenario, por lo que la tragedia pende de un hilo.
El número de grupos civiles armados crece al mismo ritmo que sus exigencias, bajo el argumento de la incapacidad de las autoridades para frenar al crimen organizado.
EDUARDO MEDINA MORA, embajador de México en Estados Unidos, ha declarado que estos grupos surgen por debilidad institucional.
El ombudsman RAÚL PLASCENCIA VILLANUEVA, destaca que la mayoría de estos grupos se formó en respuesta al abandono gubernamental, que derivó en injusticia y delincuencia fuera de control en los más diversos territorios.
Independientemente que el asunto pueda ser justificado de alguna forma, pasó ya del sólo existir a la suplantación y expulsión de autoridades legítimas, a la realización de extorsiones, retenes, e iniquidades hacia la población; se han apropiado de bienes y armas de autoridades y policías municipales y, de igual manera, retenido, bloqueado y hasta logrado el insultante canje de prisioneros por miembros del Ejercito Mexicano.
Ante este exceso, el jueves pasado, 41 integrantes de los grupos llamados de autodefensa en Aquila, Michoacán, fueron detenidos, desarmados y trasladados a SEIDO acusados por violaciones a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
Frente a ello, guardias comunitarias de diversas localidades acordaron llevar a cabo –en esta semana- acciones de presión, como cierre de carreteras, toma de casetas y marchas, así como una mega manifestación en la Ciudad de México para pugnar por la liberación de sus compañeros y protestar contra quienes quieren quitarles las armas.
Es importante señalar que la semana pasada comenzaron a argumentar que su lucha también era contra la reforma energética, por lo que –sin duda- estarán dispuestos a dar la pelea en contra de las reformas, no en el Congreso o en el debate sino en las calles.
Para llevar al cabo esos actos, la pregunta obligada: ¿Quién los patrocina?
En su momento, como comandante de la IX Región Militar de Guerrero, el General de División D.E.M. GENARO FAUSTO LOZANO ESPINOZA, afirmó que detrás de la conformación de los grupos de autodefensa existe una “mano que mece la cuna”.
Algunas cuestiones más: ¿Qué persiguen realmente? ¿Provocar para conseguir una víctima y violentar para desestabilizar?
Lo hemos comentado en diversidad de ocasiones y hay que repetirlo: en 1993 se subestimó la presencia de grupos armados en Chiapas. Hoy, la tentación es mucha; la mezcla de intereses: peligrosa.
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