El Acapulco de Ayer.

Por Juanita Lobato C.


En el año de 1948, en la revista Palpitaciones Porteñas, editada por Javier Campos se publicó la siguiente información:

DOS HERMOSAS ESCUELAS TIENE EL PUERTO DE ACAPULCO

escuelasComo todos hemos visto, Acapulco ya tiene dos grandes y hermosos edificios que corresponden a las escuelas primarias Ignacio M. Altamirano y la Manuel Ávila Camacho.

La primaria Ávila Camacho fue construida con la EUREKA y la obra tuvo el costo de 900 mil pesos y los cien restantes corresponden al terreno que ocupa la institución educativa.

Se hizo una construcción de vanguardia en ese tiempo y en ese momento era algo nunca antes visto en el puerto.

.En ese momento la matrícula escolar era de 900 alumnos distribuidos en los seis grados de educación primaria, contando con 18 aulas de 6 x 4 metros, y presta sus servicios desde septiembre de año pasado (1947).

Así mismo se cuenta con servicio de sanitarios para niños, niñas, docentes y áreas administrativas y de otros servicios

La Secundaria Altamirano, fue construida para un convento a mediados del siglo 16, o sea en 1,550 aproximadamente, la fecha está inscrita en la viga encontrada entre los escombros y colocada sobre el vestíbulo de la institución escolar.

Fue entonces una escuela de los Jesuitas, que en su momento fueron los soldados del clero desde aquella misma época en que acababa de ser fundada la Compañía de Jesús por el Capitán Ignacio de Loyola para combatir contra los cristianos que “protestaron” contra las violaciones de los papas de aquel entonces.

Posteriormente, hace más de un siglo fue reedificada por el Presidente Comonfort, inaugura en una época en que la peste y el hambre asolaban al puerto de Acapulco.

Hoy ha sido reconstruida por la EUREKA, con fondos de la Junta Federal de Mejoras Materiales y fue inaugurada nuevamente por el Presidente Miguel Alemán Valdés, a quien como caso curioso se le olvidó descubrir la placa conmemorativa que está a la entrada.

A nadie de sus anfitriones se le ocurrió señalar donde estaba la placa y la tela que había que descorrer.

Esto fue hecho por el profesorado cuando ya el Presidente de la República se encontraba en la casa del Licenciado Ramón Beteta.

Desde su primera época y hasta el siglo XXI en pleno año 2012, la Escuela Primaria Ignacio M. Altamira ha estado en la calle de la Quebrada y….

En el año de 1961, por primera ocasión llegué a la Escuela Primaria Ignacio M. Altamirano, con el paso del tiempo fui poniendo atención a todo lo que mis ojos veían en el entorno desde el pasillo de entrada y a la derecha estaba un piano que tocaba el maestro “Guichito”, y la oficina de la dirección del turno vespertino, así mismo estaba a la izquierda la Dirección de la Escuela que correspondía al turno matutino, cuya Directora era la Profesora Carolina Vélez Vda. De Leyva.

En esa trabe que unía las dos direcciones y estaba el pasillo central de acceso, se encontraba colocada la viga de madera que se menciona en la nota periodística escrita en el año de 1948, alrededor del patio de la planta baja había muchos salones y sobre sus paredes cuadros de honor con fotografías de los alumnos que egresaban al concluir sus estudios primarios.

Había también un patio en la planta alta y salones de clases, áreas donde estaba el taller de carpintería, cocina, bordado a mano y corte y confección, estas clases las tomábamos por las tardes.

Recuerdo con mucho cariño a la Maestra Emperatriz que nos dio clases en segundo grado, grupo “C”, en esa misma aula tomaron clases las gemelas Walton Aburto, hermanas de nuestro Alcalde Luis Walton Aburto, quien también curso parte de sus estudios primarios en este plantel educativo.

Lo más importante es que en ese entonces no había paros magisteriales, los maestros cumplían a cabalidad con el calendario escolar y los que de allí egresamos, tengo la certeza de que los conocimientos adquiridos han sido significativos.

En un pasado reciente y por cuestiones técnicas y de seguridad la escuela fue demolida para dar paso al edificio que conocemos, la viga de la inscripción quien sabe que destino haya tenido,

Mis familiares El Maestro Jesús Lobato, el extinto periodista Alfredo Enrique Lobato Castro, Tere, Silvia y Enrique González, Juan Fernando Navarro Lobato, Marisol Lobato y la que esto escribe Juanita Lobato Castro, así como mis siguientes generaciones seguiremos con la tradición de estudiar en nuestra querida escuela Primaria Ignacio M. Altamirano.

Benjamín Tornés Diego del Barrio de la Candelaria, Sergio Ramírez Otero y José Luis Alarcón Lobato del Barrio del Pozo de la Nación también estudiaron en la Escuela Ignacio Manuel Altamirano y en la reunión diaria de amigos recordaron con mucho agrado a los siguientes Maestros: María de los Ángeles y su esposo Abdón Díaz Labra; Roberto Abundes Olea (Superman) y su esposa Minerva; las hermanas Petronila y Ernestina Blas Cortina, Pedro Robledo Salgado, Ángel Mata Medina y Humberto Bahena entre otros.

Las hermanas Aurora, Martha y Magda Adame Téllez, originarias del Barrio de Petaquillas estudiaron la primaria en la Escuela Camacho y con emoción y gusto comentan: “cuando Magda nació, inauguraron la Primaria, según nos comentó nuestra Madre.

Con el paso del tiempo las tres nos íbamos a la escuela en “bolita” con otras niñas tales como: Rubí Haro que vivía por la ceiba de la calle principal del Barrio de Petaquillas, Esther García Reséndiz, Guadalupe y Lety Infante, Irma Zamora; Eva, Eloína (+) y Paty Barrientos así como Magda Arce entre otras amiguitas con las que íbamos a la primaria.

La Maestra Guadalupe Bautista me dio clases en el tercer grado, con mucha alegría esperaba las fechas en que se realizaban eventos tales como el aniversario de la Escuela, el día de las Madres, la llegada de la Primavera por mencionar algunos, toda vez que hasta en tres bailables participaba en cada fecha, recuerda con una amplia sonrisa Magda Adame.

Me gustaba mucho bailar hawaiano, danza regional y hubo un baile moderno que estaba de moda en esa época que fue el de una melodía que iba más o menos así hummm tequila taran taran taran tequila, el rememorar los días felices de mi niñez en la Primaria Camacho me llenan de júbilo.

Los días sábados por las mañanas, el Maestro Adalberto Escobar Ramírez nos impartía clases de inglés y todos los días por las tardes íbamos a corte y confección y costura.

Pero todo esto sucedió en el Acapulco de Ayer.

*El texto original se respetó en todas sus partes.

2 comentarios sobre «El Acapulco de Ayer.»

  1. Estudie en la manuel avila camacho,,,cuando tenia siete años y luego tiempo despues segui mis estudios el la jose maria morelos ,,,pero cuando saliamos de la avila camacho nos pasabamos a las hamacas a ver cuando sacaban los pescadores las tarrallas llenas de pescados,,,a que lindos tiempos,,,saludos.

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