Hace apenas un par de meses, un grupo de arqueólogos publicó un comunicado sobre una ciudad maya perdida, Chactún, ubicada en en la Península de Yucatán, México. En las últimas semanas, el mismo grupo, liderado por Iván Sprajc, encontraron dos ciudades más cerca del área.
La selva maya aún tiene secretos por develar. Sprajc advierte que hay sitios que se pierden aún estando a doscientos metros de ellos, por lo que es imposible detectarlos. Las fotografías aéreas y satelitales pueden ayudar, pero aún así, hay zonas donde la vegetación está tan condensada, que los vestigios no aparecerían en las imágenes.
En esta ocasión, el equipo redescubrió una ciudad documentada alguna vez en los años setenta por el arqueólogo estadounidense Eric Von Euw, quien había registrado con dibujos una gran fachada cincelada como la trompa de un monstruo, y algunos vestigios de la ciudad. Sin embargo, tras su partida, la urbe nunca pudo ser localizada de nuevo.
Von Euw la nombró como Laguinita, y hoy Sprajc retoma este título para referirse a esta ciudad, que fue cotejada con las ilustraciones de hace más de cuatro décadas. La fachada de la metrópoli, dibujada con las fauces de algún monstruo o animal salvaje, representa a una deidad maya relacionada con la fertilidad. “Generalmente estas fachadas representan la entrada a una cueva o al mundo acuoso, lugar mitológico del origen del maíz y morada de sus ancestros”
En la ciudad perdida se encontraron restos de edificios construidos alrededor de cuatro plazas, un juego de pelota, una pirámide de 19 metros de alto, altares y muros tallados. Cerca del lugar, también encontraron la ciudad de Tamchen, de menor tamaño. En menos de un año han sido descubiertas tres ciudades en la selva de Yucatán, posiblemente se hallarán más vestigios, una hazaña curiosa, cuando los avistamientos arqueológicos, al menos los de tamaño importante, se creían alcanzados.
Fuente: Pijama Surf