Ruiz Massieu y Ríos Piter Expresan Preocupación—-Desánimo y Miedo Electoral

Por Rodrigo Huerta Pegueros*

El pasado día martes tuve la oportunidad de intercambiar impresiones con dos de los candidatos a la senaduría  por Guerrero. Claudia Ruiz Massieu Salinas, del Partido Revolucionario Institucional y Armando Ríos Piter del Partido de la Revolución Democrática. Los dos, sin proponérselo, coincidieron en manifestar su preocupación por la situación que priva en el país y en el estado en particular  y que tendrá sus consecuencias en la participación ciudadana durante el día de la elección del primero de Julio próximo.

El desánimo, la desmoralización y particular el miedo, son los factores que esgrimieron cada uno de los aspirantes al senado, aunque se mostraron animados a seguir realizando sus actividades proselitistas a fin de que los guerrerenses voten a favor de sus fórmulas y se alcen con la victoria y logren obtener la representación estatal en el cámara alta del Congreso de la Unión.

Claudia Ruiz Massieu Salinas nos expresó que aún y cuando ha visto que los guerrerenses no se arredran ante los problemas que se están viviendo, particularmente lo que se refiere a la inseguridad pública y la violencia provocada por la guerra que contra el crimen organizado despliega el gobierno federal, muestran desinterés por participar en el proceso electoral.

La  afirmación de la candidata priista tiene que tomarse en cuenta, pues hasta ahora, ha sido la que ha realizado un intenso recorrido por casi todas las regiones de la entidad, en donde no solo ha logrado tener un contacto cuerpo a cuerpo con los ciudadanos sino que también ha sostenido reuniones con los diferentes sectores sociales, económicos y políticos.

Lo mismo se podría decir del candidato del PRD, Armando Ríos Piter, quien no solo nos comunicó su visión de que los guerrerenses tienen serias preocupaciones sobre lo que acontece en el estado sino que se les nota su desmoralización, desencanto y sobre todo miedo por participar en las elecciones y mencionó que esto se puede percibir con mayor intensidad en la región de la tierra caliente y la zona norte. No esquivó el bulto (pregunta) y dijo que la inseguridad pública prevaleciente y la violencia entre criminales y autoridades son la causa de que en Guerrero no vaya haber una abultada votación como la que se registró el pasado mes de Enero del 2011 cuando fue electo como gobernador Ángel Aguirre Rivero.

No solo es entendible sino también comprensible la actitud de los habitantes de Guerrero para estar en una situación de incertidumbre e inseguros para acudir a las urnas para elegir a sus candidatos favoritos, sean estos postulados para la presidencia de la República, el Senado, la diputación federal, el Congreso local y los Ayuntamientos.

Pero si el desánimo electoral es tangible, mayor será si los candidatos a las diputaciones locales y a la presidencias municipales postulados por los partidos Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática surgen de imposiciones de grupos de poder al interior de esos institutos o de la intervención del oficialismo estatal.

Los enterados saben bien que los tribunales electorales han rechazado algunas prácticas antidemocráticas en los partidos aludidos y han exigido la reposición de los procedimientos para elegir a sus abanderados. Por ello han intervenido de manera recurrente los dirigentes políticos y han puesto en manos de sus instancias legales la resolución de los conflictos. Quien mayores conflictos han registrado son los del PRD y en menor medida, aunque no exentos de agresiones verbales y físicas de parte de los priistas.

Este panorama electoral que se vive en Guerrero seguramente influirá más en la desmoralización de los ciudadanos, quienes en circunstancias diferentes, quizá estarían dispuestos a participar en las urnas.

También habrá que decir que los políticos de ahora no están realizando una campaña de contraste en donde pongan en el tapete de las discusiones los graves problemas que enfrentan los guerrerenses y quienes son los responsables de que esto sea así. Tal parece que la disputa por el poder pasa primero por el carisma de los candidatos y después las ofertas electorales, cuando lo que se demanda de parte de los ciudadanos es que nos digan cómo van a participar en la solución de los problemas coyunturales y estructurales que se padecen en las siete regiones de la entidad.

Las visiones de ambos candidatos no podrían ser diferentes, pues hablamos de una entidad con una realidad incontrovertible aunque sí modificable en función de las fórmulas que se tengan para lograr tal fin.

Los discursos de los candidatos deberán ser de ahora en adelante mas enjundiosos si quieren mover las fibras de los guerrerenses y hacerlos partícipes de lo que siempre se ha calificado como la ´fiesta electoral´. De lo contrario tendremos una bajísima votación y por lo tanto ganará el candidato que tenga mayores posibilidad de movilizar a sus simpatizantes, práctica que ha sido socorrida por todos los partidos políticos participantes, quedando en el olvido o echando al baúl de los recuerdos aquella frase del ‘acarreo’ tan socorrida y utilizada por los opositores del priato.

Todavía falta que los partidos participantes se pongan de acuerdo para realizar alguna clase de debate entre los candidatos al senado de la República, lo que podría animar a los ciudadanos hoy desmoralizados y con miedo para que acudan a las urnas el próximo primero de julio.

 

Periodista/Analista Político*

observar@gmail.com

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