Miles de brasileños siguen saliendo a las calles del país sudamericano para protestar por el incremento a las tarifas del transporte público, así como por el excesivo gasto que representan la Copa Confederaciones y la Copa del Mundo que organiza el gobierno de Dilma Roussef.
Se calcula que son las protestas más grandes desde 1992, cuando millones de brasileños salieron a exigir juicio político al expresidente Fernando Collor de Mello, acusado de corrupción.
Las protestas se registraron en varias ciudades, algunas de las más notables fueron Río de Janeiro, donde se congregaron 100 mil personas; 65 mil, en São Paulo, así como Porto Alegre, Brasilia, Salvador, Maceió, Fortaleza, Vitória, Belém, Curitiba y Belo Horizonte, que congregaron a unos 240 mil inconformes.
Algunas de las protestas más enérgicas se realizaron en torno a la Asamblea Legislativa de Rio de Janeiro, la cual fue rodeada por manifestantes, incluso unos 200 ciudadanos se subieron a la fachada del edificio, por lo cual la policía tuvo que intervenir para desahogar la protesta.
Exigen que el gasto que representan los eventos futbolísticos sea utilizado para mejorar las condiciones de vivienda, salud y educación en el país sudamericano.
Con información de agencias.
Redacción. Agenda Informativa