El 6 de abril de 2025 quedará grabado en la memoria del periodismo mexicano como un día de renovación y esperanza. Ese domingo, el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), la organización de periodistas más antigua del mundo aún en activo, celebró un proceso electoral que no solo marcó el inicio de una nueva dirigencia, sino que simbolizó la fortaleza y la unidad de un gremio que ha resistido un siglo de adversidades. Fundado en 1925, el SNRP ha sido un bastión en la defensa de los derechos laborales y la libertad de expresión en México. Ahora, bajo el liderazgo de Fernando Olivas Ortiz, se alista para enfrentar los retos del siglo XXI con una visión renovada y un compromiso inquebrantable.
Cien Años de Lucha y Legado
El SNRP nació en un México en plena efervescencia, apenas quince años después del fin de la Revolución Mexicana. En 1925, los periodistas enfrentaban condiciones laborales deplorables: jornadas extenuantes, salarios miserables y represalias por publicar verdades incómodas. En ese contexto, un grupo de redactores visionarios fundó el sindicato con un objetivo claro: dignificar la profesión y proteger a quienes la ejercían. Desde entonces, el SNRP ha sido un actor clave en la historia del país, adaptándose a los cambios sociales, políticos y tecnológicos sin perder de vista su misión original.
Durante el siglo XX, el sindicato desempeñó un papel crucial en momentos definitorios. En los años 30 y 40, luchó por establecer contratos colectivos y condiciones mínimas de trabajo. En las décadas de los 70 y 80, enfrentó la censura y la represión del régimen priista, alzándose como un símbolo de resistencia. Más recientemente, ha encarado la violencia sistémica contra los periodistas, un flagelo que ha convertido a México en uno de los países más letales para la prensa, según Reporteros Sin Fronteras, que reporta más de 150 asesinatos de comunicadores desde el año 2000.
Una Elección que Marca el Rumbo
La elección del 6 de abril de 2025 no fue un evento más. Por primera vez en sus cien años, el SNRP logró un consenso histórico con la victoria de la planilla blanca, una coalición que unió a periodistas de distintos estados y generaciones. Este proceso reflejó la madurez del sindicato y su capacidad para priorizar los desafíos colectivos sobre las diferencias internas.
Fernando Olivas Ortiz, elegido como Secretario General, asumió el liderazgo con un discurso que resonó entre los presentes: «El periodismo es más que un oficio; es un compromiso con la verdad y la justicia. Desde el SNRP, trabajaremos incansablemente para fortalecer a nuestro gremio y enfrentar los retos de nuestro tiempo». Su equipo, integrado por figuras como Rogaciano Méndez González (Secretaría del Interior), Gloria Castillo Gomora (Secretaría del Trabajo y Conflictos) y Silvia Ojeda Parra (Secretaría Tesorera), combina experiencia y diversidad para liderar esta nueva etapa.
Otros nombres destacados incluyen a Francisco Gerardo Rello Vargas, quien desde la Secretaría de Acción Social y Capacitación impulsará programas de formación, y Javier Garcin, encargado de modernizar la comunicación del sindicato en la era digital. La Secretaría del Exterior, liderada por Leonardo Olivas Ortiz, buscará alianzas globales, mientras que Edgar Rubén Mata Bernal, como Comisionado de Honor y Justicia, garantizará la integridad ética del SNRP.
Desafíos del Presente, Oportunidades del Futuro
El panorama actual plantea retos colosales para el periodismo mexicano y, por ende, para el SNRP. La precarización laboral es una realidad palpable: muchos periodistas trabajan como freelancers sin seguridad social ni estabilidad económica, una situación agravada por el cierre de medios tradicionales y la transición al entorno digital. A esto se suma la violencia, que en 2024 cobró la vida de al menos 10 comunicadores, según datos de Artículo 19, consolidando a México como un epicentro de riesgo para la prensa.
La revolución tecnológica también exige respuestas. La inteligencia artificial, las redes sociales y el auge de la desinformación desafían la credibilidad del periodismo. Para el SNRP, esto significa capacitar a sus miembros en herramientas digitales, abogar por regulaciones que protejan el empleo y combatir la proliferación de noticias falsas que erosionan la confianza pública.
Sin embargo, estos desafíos traen consigo oportunidades. La digitalización permite a los periodistas llegar a audiencias globales y diversificar sus plataformas. Además, el SNRP puede aprovechar su prestigio histórico para tejer redes con organismos como la Federación Internacional de Periodistas (FIP) o UNESCO, fortaleciendo su influencia en la lucha por la seguridad y los derechos de los comunicadores.
Un Siglo de Resistencia, un Futuro de Transformación
La toma de posesión del nuevo consejo directivo, celebrada el 6 de abril, fue un acto cargado de simbolismo. Entre aplausos y palabras de aliento, los asistentes reconocieron que el SNRP no solo celebra un siglo de existencia, sino que se reinventa para seguir siendo relevante. Con Fernando Olivas Ortiz al frente, el sindicato se compromete a dignificar la profesión, proteger a sus agremiados y consolidar el periodismo como un pilar de la democracia mexicana.
En un país donde informar puede costar la vida, el SNRP se erige como un faro de esperanza. Su historia de cien años es un testimonio de resistencia; su futuro, una promesa de transformación. Como afirmó Olivas Ortiz: «Somos los guardianes de la verdad, y no descansaremos hasta que el periodismo sea reconocido como lo que es: un acto de valentía y un servicio a la humanidad». Con este espíritu, el SNRP inicia una nueva era, dispuesto a escribir capítulos que honren su legado y proyecten su visión hacia el porvenir.