En voz alta. Calderón, ¿cambió?

Por: Gerardo Viloria
FELIPE CALDERÓN y ENRIQUE PEÑA NIETO iniciaron –el miércoles pasado- formalmente el proceso de la transición, el cual, dijeron, debe transcurrir de manera ordenada, apegado a derecho y con transparencia.
CALDERÓN dijo que hablaron del tema de seguridad y que puso al priista al tanto de la marcha de la economía en el país, y confió en que la transición inicie de la manera más tersa posible para que la ciudadanía no se vea afectada en los servicios públicos y administrativos.
En la mañana de ese día, el Jefe del Ejecutivo tuvo encuentros previos con integrantes de su gabinete y con los diputados federales del PAN, a quienes pidió «respaldar y apoyar» al nuevo gobierno que encabezará el priista.
No hay que olvidar que antes de esto, CALDERÓN felicitó a PEÑA en cuanto el mexiquense fue declarado ganador por el IFE y volvió a dar sus parabienes luego que el Tribunal Electoral entregó la constancia de mayoría al ganador.
En este contexto, cabe preguntarse ¿El cártel antiPeña encabezado por ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, y su aliado de lujo: FELIPE CALDERÓN; el presidente ‘espurio’ y el presidente ‘legítimo’, quienes decidieron unir fuerzas para ir en contra de su enemigo común, ENRIQUE PEÑA NIETO, el priísta ganador de la elección presidencial 2012, ha quedado disuelto?
El cambio del michoacano es notable. Recordemos que durante su sexenio fue insistente la versión de que por nada entregaría el poder a un priísta porque su señor padre lo enseñó a odiar al partido tricolor. Desde joven aprendió a abominar a ese partido, según narran quienes lo conocen desde hace muchos años, que incluso juró ante la tumba de su padre, nunca aceptar nada del PRI.
Hay una anécdota que cuenta GUSTAVO CARVAJAL MORENO a JULIO SCHERER GARCÍA para su libro ‘CALDERÓN de cuerpo entero’, que señala que un día le trajo a regalar a CALDERÓN una caja de puros de San Andrés Tuxtla. Era una caja especial de 20 puros con el nombre de FELIPE CALDERÓN. “Se trataba de un regalo significativo, un signo de amistad”.
Añadió: “CALDERÓN vio la caja y la observó colérico. Descompuesto el semblante, me increpó. Me dijo que rechazaba el objeto, que debía saber para siempre que nada aceptaría de los priistas”. Y remató. “Mi padre me enseñó a odiar a los priístas”. Ese odio contra el PRI ha trascendido los tiempos.
Es importante advertir lo que señala un dicho popular: “Gallina que come huevo, aunque le quemen el pico”.
CALDERÓN no va a cambiar. En el Sexto Informe, en el capítulo sobre estado de derecho y seguridad destaca la lucha anticrimen y advierte a su sucesor que regresar a las Fuerzas Armadas a sus cuarteles “es tan equivocado” como suponer que la violencia por la inseguridad en el país se inició en 2006 con su llegada al poder.
De igual manera, presumió que con aciertos, errores y ¡limitaciones! “pusimos una parte de la semilla de ese nuevo México que viene y vendrá…”; es decir, ya sembró y diseño el futuro.
El Presidente electo ENRIQUE PEÑA, incluso, en el transcurso de la transición asumirá políticas que no gustarán a FELIPE CALDERÓN y éste las interpretará como contrarias a cuanto hizo y surgirán los contratiempos.

GERARDO VILORIA

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