Ayer iniciaron desde las ocho de la mañana las clases en la comunidad de La Injertada, del municipio de Turicato, Michoacán, para decenas de niños, alumnos de la escuela Vicente Guerrero de la Nueva Jerusalén, quienes el pasado 6 de julio presenciaron la destrucción intencional de su plantel a manos de un grupo de fanáticos religiosos.
Luego de que fuera firmado un acuerdo entre padres de familia de la Nueva Jerusalén y autoridades de los tres niveles de gobierno, los niños comenzaron con un mes de retraso el ciclo escolar 2012-2013.
Como parte del acuerdo, policías federales, estatales y municipales resguardaron el camino y el plantel para evitar enfrentamientos entre los padres de familia que, en la escuela José María Morelos de La Injertada, tendrán que convivir durante algún tiempo a pesar de que algunos de ellos participaron o estuvieron de acuerdo con la destrucción de la escuela Vicente Guerrero.
Desde temprana hora, los maestros de la Nueva Jerusalén se presentaron en la escuela José María Morelos y procedieron a registrar la llegada de los menores para llevar a cabo un recuento de la asistencia.
Las autoridades de la Secretaría de Gobierno de Michoacán han dicho que los niños de la Nueva Jerusalén tomarán clases sólo en el nivel primaria, por lo que se calcula que asistan 125 niños de los 250 que albergaba el plantel destruido en sus niveles de prescolar, primaria y telesecundaria.
Las nueve aulas prefabricadas que fueron montadas desde hace tres semanas en La Injertada por el gobierno del estado recibirán a partir de este lunes y de manera provisional a los menores.
El Comité de Padres de Familia de los niños de la Nueva Jerusalén, por medio de uno de sus voceros, Hermenegildo Zeferino, señaló que esta semana será decisiva para el rumbo del conflicto, pues será el plazo para “observar si el gobierno tiene la voluntad de resolver el problema”. A finales de este mes, dijo, el gobierno del estado y los padres de familia deberán decidir en qué lugar se establece y reconstruye el plantel que fue destruido.
También condicionaron al gobierno estatal, que encabeza Fausto Vallejo, para que en esta misma semana avance en las investigaciones judiciales y castigue a los autores materiales e intelectuales de la destrucción de la escuela.
“Como muestra de buena voluntad, nosotros, los padres de familia, accedimos a que nuestros hijos vengan a la escuela. Sólo esperaremos esta semana para saber si el gobierno del estado está dispuesto a cumplir su parte”, dijo Hermenegildo.
De no cumplir con el acuerdo de seis puntos, amagaron con retirar a sus hijos de la escuela la próxima semana. En la minuta, signada este fin de semana, se establece que la escuela será reconstruida en terrenos de la Nueva Jerusalén y no en La Injertada, aunque no se especifica si será en el mismo predio que ocupaba la escuela Vicente Guerrero.
El gobierno estatal celebró, mediante un comunicado, la llegada de los estudiantes y se comprometió “a trabajar de cerca con los padres de familia para recuperar la escuela”.
Foto; Raúl Tinoco, El Universal
Fuente: eluniversal