«El Nanche», comunidad olvidada por el gobierno en Oaxaca.

TUXTEPEC, OAXACA.– Una hora y media de camino en lancha de motor es el tiempo promedio para llegar a la comunidad de origen chinanteco conocida como El Nanche, perteneciente a San Lucas Ojitlán. Varios kilómetros dentro del gigante de agua en el camino quedan otros pueblos sumergidos de los que se ven los postes de luz, los muros llenos de limo flotando como barcos de piedra.

Foto: noticiasnet .mx

 Bajo el sol penetrante y la profundidad de las aguas de la presa Cerro de Oro, el Nanche emerge como una isla olvidada por casi 30 años de los apoyos oficiales de los gobiernos municipales, estatales y federales. Son el último pueblo de la zona considerada cercana de la presa Miguel de la Madrid, sin embargo para llegar es necesario atravesar las cordilleras de lo que alguna vez fueron los mejores campos de la Chinantla baja, hoy inundada por el agua de los Ríos Santo Domingo y el Rio Usila.

 Los principales problemas que enfrentan los pobladores son la falta de regularización de sus tierras y el abuso sistemático de sus recursos por las dependencias federales. En El Nanche la pobreza es el punto medular que no ha sido atendido por años.

 Según datos oficiales del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) el lugar tiene 182 habitantes, quienes viven en 33 casas, de las cuales 26 tienen los pisos de tierra. Cuenta con una escuela Primaria y un Colegio preescolar comunitario con profesores del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) , sin embargo la asistencia escolar es escasa y las condiciones de las aulas son una prolongación de la marginación en la que viven sus pobladores.

“Reforma Agraria hizo negocio”

 Fue en 1984 cuando los pobladores solicitaron al gobierno quedarse dentro de la presa, ante el éxodo obligado de muchas comunidades que ante la inundación inminente de sus terrenos fueron reubicadas en Veracruz o zonas más altas a las del rio. Desde esa fecha, reveló ,Máximo Vicente Ferrer, Representante agrario, no ha habido un solo apoyo del gobierno en turno.

“Solo tenemos 29 hectáreas para trabajar y 10 de ellas son de la zona habitada, con nosotros la Secretaria de la reforma agraria hizo negocio, le dieron la mayor parte de la tierra a un cacique y nosotros pues seguimos en la misma” relata en un español breve, interrumpido, nervioso, con el recelo de quien ha sido engañado muchas veces por gente ajena a su comunidad.

 “Nos venimos de este lado con muchos problemas y falta regularizar las tierras” comenta Maximino Vicente, mientras en la cancha ubicada frente al Salón Ejidal se reúnen los pobladores.

“En tiempo de seca las lanchas no pasan y el tiempo de agua quedamos incomunicados, hemos sabido que están haciendo una obra de hidroeléctrica y otra vez quieren perjudicarnos, a nosotros nunca nos toma en cuenta” se queja en su castellano menos fluido que su lengua materna.

 Denunció que existen 360 hectáreas que están pendientes de ser regularizadas y fueron amenazados en un principio para no seguir con el proceso de regularización. “No hay nada de beneficios, desde que nos puso aquí el comité de reacomodo no hemos podido destrabar el conflicto”.

“ Las comunidades no queremos la Hidroeléctrica”

Entre los habitantes de El Nanche no hay una información clara sobre el proyecto Hidroeléctrico de la Presa Cerro de Oro que lleva dos años empantanado a pesar de la negativa de las comunidades y el empuje oficial porque se concrete la obra. Sin embargo, a decir del agente de policía dicha comunidad, Victorino José Flores, 19 comunidades que habitan al interior del vaso de la presa han firmado un acta para que se de un paso atrás a dicho proyecto por no representar ningún beneficio a los pobladores.

“Nosotros no tenemos suficiente terreno para reubicarnos, tenemos problemas de tierras y si la Presa se levantará como pretenden los empresarios, el agua abarcaría las casas de las orillas, hace 3 años se subió la presa a 68 y quedó cerca la casa de un compañero que vive en la parte baja” relató la autoridad comunitaria.

“Hicimos un acta de acuerdo porque no queremos que se lleve a cabo la construcción de la hidroeléctrica, por años han saqueado nuestros pueblos y nosotros nunca tenemos nada“, dijo Victorino José Flores.

En El Nanche son 40 ejidatarios los que pelean por tierras de cultivo para sobrevivir antes que se los trague el agua.

Fuente. noticiasnet.mx

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