En voz alta. EPN, 100 días.

Por: Gerardo Viloria
Al rendir un balance –el domingo pasado- sobre las acciones emprendidas durante los primeros 100 días de su gobierno, el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO aseguró que no vino sólo administrar sino a transformar a México. «Seguiremos moviendo las instituciones, las políticas públicas, los programas y los presupuestos para dar resultados reales y positivos a la ciudadanía», indicó.
En el Patio de Honor de Palacio Nacional, expresó que en los primeros 100 días ha quedado claro que el futuro del país requiere del compromiso y corresponsabilidad de todos los mexicanos.
Al respecto, podemos comentar que estos primeros 100 días de su régimen sirven para establecer las bases sobre las cuales se gobernará, para definir percepciones y expectativas.
En este corto tiempo el nuevo gobierno pone o propone los cimientos de lo que viene: en dónde estará su esfuerzo, hacia dónde va y, sobre todo, cuál será la filosofía de Estado.
Pensar que a través de un recuento de acciones se transformará la realidad o las percepciones  en apenas tres meses es un error.
Lo que cambia unas y potencia las otras es la forma de entender y ejercer el poder, la forma en que se hace política: eso es lo que se mide, se percibe, en los primeros cien días de una administración. Las mejores calificaciones no son por lo que ha hecho, sino por lo que se espera de él.
Para algunos miembros de la oposición, como es el caso del diputado federal GERMÁN PACHECO y la alcaldesa MAGDALENA PERAZA, personajes que llegaron al poder con la bandera del Partido Acción Nacional (PAN) el aumento a la gasolina y los índices de violencia presentados lo resumen como malo.
En cuanto al el ex candidato presidencial de la izquierda ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, afirma que se vive un régimen decadente y autoritario.
«Estoy confirmando lo que siempre he dicho, lo que sostuve durante la campaña, PEÑA NIETO es la continuidad de la misma política económica diseñada, hecha para beneficio de una minoría. Ahora lo que ha habido es mucho circo, mucha acción mediática porque tienen el control de la mayoría de los medios de comunicación, sobre todo de la televisión», apuntó.
No obstante estas posiciones, el gran cambio de estos primeros 100 días de la administración de Peña, con aciertos y errores, ha sido la gestión del poder.
Su primera acción concreta, por ejemplo, fue el Pacto por México, un acuerdo cupular que a través la negociación con las élites cede partes programáticas de su gobierno, a cambio del apoyo para sus reformas estratégicas. En los primeros 100 días, el Pacto fue eje rector del cambio y taller para la fabricación de las leyes de la transformación anunciada.
Al respecto, podemos afirmar que el cambio no está en la propuesta, sino en que se tuvo la fuerza política para llevarlo adelante. El cambio es que ahora la coordinación parece mucho más estrecha que en el pasado. Y eso es fruto del poder y la política.
El logro de la reforma educativa —en su etapa constitucional—, y la acción que acabó con la detención de la profesora ELBA ESTHER GORDILLO, bastan para afirmar que con la ley como norma, PEÑA NIETO restableció en estos 100 días que el poder emana del Estado.

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