En voz alta. Michoacán, franco desafío.

Por: Gerardo Viloria

Sin duda, los hechos violentos ocurridos en tierras michoacanas, el lunes y martes de la semana anterior, donde grupos delictivos atacaron a la Policía Federal y realizaron bloqueos masivos de carreteras, así como el asesinato –el domingo pasado- del jefe de la Octava Zona Naval Militar, con sede en Puerto Vallarta, Jalisco, CARLOS MIGUEL SALAZAR RAMONET, junto con un marino que formaba parte de su escolta, al circular por territorio michoacano, representan –evidentemente- un grave reto al gobierno federal.

Además, constituyen un franco desafío a las fuerzas federales del Estado mexicano, ya que los eventos violentos de los grupos criminales, de la semana pasada, se realizaron justo en la víspera de la visita a México de JANET NAPOLITANO, secretaria de Seguridad del gobierno norteamericano.

Esta inusual actitud, conlleva a diversas reflexiones. La primera de ellas, saber si se trata de movimientos políticos que se dedican al tráfico de drogas como una fuente colateral de ingresos o si son traficantes que tienen intereses de índole política.

Segunda, saber quién es o son, los aliados de estos grupos y su participación ya que por sí mismos, por más poderosos que sean los integrantes del narco o bien la guerrilla, es inadmisible que por ellos solos superen la fuerza del Estado, por lo que un poderío similar o superior al mexicano debe estar sustentándolos.

Tercera, la serie sucesiva de incidentes violentos que llevan al cabo desde el 2005 al 2013, en contra de las fuerzas de seguridad, denotan mando y capacidad operativa a través del seguimiento de un patrón de estrategias, entre otras:

Conocer el terreno donde se va a realizar la beligerancia; hacer creer que están lejos y, alejados, cuando están cerca; fingir estar en inferioridad de condiciones; estimular la arrogancia; sorprender; acosar; poner en aprietos; atacar donde no se está preparado; trasladarse rápidamente hacia donde no se espera; irritar a los mandos policiales; desorientarlos; etcétera.

El domingo pasado, el diario Excélsior realizó una encuesta telefónica nacional, cuyos resultados arrojaron que la impresión de la opinión pública nacional, es que el 74%, considera que el crimen tiene el mayor control en la entidad; el 70 por ciento, percibe que los narcotraficantes van ganando esta batalla, es decir, ven un Estado fallido en ese territorio.

Ahora bien, si en Michoacán -o en otros estados del país- se rebelan a la autoridad grupos delictivos es porque no se les ha combatido contundentemente; esto a pesar que el 20 de mayo se informó que se desplegarían a hacia zona casi 3 mil elementos, entre militares, marinos y policías federales.

Es urgente que el Estado mexicano demuestre su vitalidad, su poderío.
En toda democracia el Estado es el único que posee el monopolio de la fuerza, no puede ni debe permitir que grupos subversivos hagan flaquear a la autoridad empleando para ello métodos de terrorismo indiscriminado.

gviloria@imagenpolitica.com

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