Alemania ya perseguía muy de cerca el campeonato que este domingo terminó con una espera de 24 años.
El cuarto título mundial de los teutones coronó un trabajo que la Mannschaft inició hace más de una década para darle nueva sangre al equipo y volver a ser un grande del futbol en su continente y en todo el mundo.
Desde aquel fracaso en la final ante Brasil en Corea-Japón 2002, la Federación Alemana de Futbol comenzó un trabajo arduo con futbolistas jóvenes para construir un nuevo imperio germano en Europa y que han dado frutos en el estadio de Maracaná.
«El título tenía que venir, habíamos estado mejorando durante diez años. Con sólo virtudes alemanas no lo hubieramos conseguido, necesitábamos mejorar técnicamente y lo hicimos», dijo el timonel alemán Joachim Löw en declaraciones la Primera Cadena de la Televisión Alemana (ARD).
Mario Götze, quien le dio a Alemania el gol del truinfo sobre Argentina en tiempos extra, es una de esas semillas que germinaron en Brasil 2014, junto a Thomas Müller, Philipp Lahm, Bastian Schweinsteiger, Manuel Neuer y Toni Kroos.
La última vez que Alemania se llevó el título mundial fue en Italia 1990 pero colocarse de nueva cuenta en una final fue un problema ante la falta de jóvenes que reemplazaran a estrellas de mayor edad.
El estratega Joachim Löw llegó en 2004 como auxiliar de Jürgen Klinsmann, y con una nueva camada de jugadores dieron la primera campanada al llegar a la semifinal del Mundial de 2006 celebrado en casa.
Klinsmann decidió no renovar contrato y Löw continuó con el proyecto que volvió a culminar en otra semifinal en Sudáfrica 2010 donde cayó ante España.
La perseverancia por fin tuvo resultados y Alemania logró instalarse en la gran fiesta del Mundial con una contundente victoria de 7-1 por encima de Brasil en su tercera semifinal al hilo.
Silencioso, así fue el camino de los teutones en Brasil 2014 para después dar el golpe mortal, primero a Brasil y luego a Argentina, rival al que se encontraban por tercera vez en la historia.
En Brasil 2014, los alemanes arrancaron en uno de los grupos que se esperaba ser el más disputado del Mundial, con Portugal, Estados Unidos y Ghana, pero los teutones borraron completamente a todos —con excepción de los africanos con los que empataron 2-2— goleando incluso a los lusitanos con todo y Cristiano Ronaldo.
En la fase final del Mundial parecía que Alemania bajaba el ritmo con un complicado encuentro ante Argelia que terminó por sentenciar con un 2-1 en tiempo extra. Ante Francia un gol solitario de Hummels bastó para avanzar, como un equipo discreto, sin hacer mucho ruido, y sorprender a la gran favorita y amarrar su octava final.
Su figura, Thomas Müller terminó como el segundo goleador del torneo, con cinco tantos de los 18 que Alemania anotó, uno abajo del colombiano James Rodríguez y uno más que el argentino Lionel Messi y el brasileño Neymar.
El único viejo lobo de mar entre esta generación de jóvenes es Miroslav Klose, quien hizo historia como el máximo anotador en Mundiales al sumar su gol número 16 y podría decir adiós a este campeonato.
Con información de EFE