Esto de medir el bienestar subjetivo (es decir, aspectos como la cultura, la práctica de actividad física o el comportamiento lector) es incipiente en México; sin embargo, es fundamental para enfocar esfuerzos que beneficien a la población.
Molec, encuesta que fue levantada durante los primeros 20 días de febrero del 2015, en 200,336 viviendas asentadas en zonas urbanas de 32 ciudades con 100,000 habitantes y más, es un primer modelo que aunque no cubre la totalidad de la población y características del mexicano permite tener una idea del comportamiento lector en nuestro país.
Además, el Molec se realizó con base en la Metodología Común para Medir el Comportamiento Lector, publicada por el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), organismo intergubernamental auspiciado por la UNESCO, de ahí que las estadísticas e indicadores resultantes sean comparables con los de países iberoamericanos, lo cual permite establecer similitudes y divergencias.
Resultados sorprendentes
De acuerdo con el Molec, de la población mexicana alfabeta de 18 años y más que sabe leer y escribir un recado, 84.2% lee alguno de los siguientes materiales: libros, revistas, periódicos, historietas, páginas de Internet, foros o blogs. Siendo los jóvenes los más participativos en esta actividad.
A pesar del desarrollo tecnológico, todavía se observa una gran diferencia entre la población que prefiere las publicaciones impresas con promedios de 90%, a las digitales que apenas alcanzan 5%, aunque cabe mencionar que para los jóvenes en especial tiene la misma importancia un libro que una página de Internet.
Además, se detectó que el tiempo promedio por sesión continua de lectura es de 39 minutos y que las mujeres leen más tiempo que los hombres.
Asimismo, a mayor instrucción escolar, más alto el promedio de la sesión de lectura continua: las personas con al menos un grado de educación superior leen 50 minutos de manera ininterrumpida, por 30 minutos de las personas sin educación básica terminada.
Por otra parte, los jóvenes de 18 a 24 años son quienes más leen libros, revistas, historietas y páginas de Internet; mientras que los periódicos tienen la proporción más alta en el grupo de 45 a 54 años de edad; el motivo principal de la lectura de libros y revistas es por “entretenimiento”, mientras que quienes leen periódicos lo hacen por “cultura general”.
También da cuenta de que los lugares hechos para la lectura son de los menos concurridos, pues la gente en primer lugar busca el material en la sección de libros y revistas de una tienda departamental con 30%; en segundo lugar en una librería con 21%; en tercer lugar las que acudieron a un puesto de libros o revistas usados, con 16%, y el menor porcentaje se registró en personas que fueron a alguna biblioteca con, 10 por ciento.
Por otra parte, se definió que la motivación es importante, cuando la lectura en el hogar y en la escuela está presente se observa un aumento considerable en la población que lee, con 69.3%, mientras que cuando la motivación para la lectura solamente se realiza en alguno de los dos ámbitos, hogar o escuela, el resultado no es tan elevado, no rebasa ni 20 por ciento.
Por último, las razones declaradas para no leer libros, revistas, periódicos, historietas, páginas de Internet, foros o blogs, en mayor proporción son: por falta de interés, con 36.8%, y por falta de tiempo, con 35.8 por ciento. (Con información del Inegi)
Buenos Aires, la ciudad con más librerías
Buenos Aires, Argentina. LAS IMÁGENES en blanco y negro de Jorge Luis Borges, Miguel de Cervantes, Julio Cortázar y Gabriel García Márquez, cual custodios de una especie en extinción, rodean las pilas de libros nuevos y antiguos en una pequeña librería en el centro de Buenos Aires, donde los libreros resisten pese a las crisis económicas y a las nuevas tecnologías.
La capital argentina es la ciudad con más librerías (734) en el mundo en relación con el número de habitantes, según un estudio del Foro Mundial de Ciudades Culturales.
Buenos Aires, con una población de 2.8 millones, cuenta con 25 librerías por cada 100,000 habitantes, bastante por encima de Londres, París, Madrid, Moscú y Nueva York, entre otras.
“El libro nos representa como el tango. Tenemos una cultura muy arraigada al papel”, destacó Juan Pablo Marciani, gerente de El Ateneo Gran Splendid, considerada la librería símbolo de la ciudad por el atractivo que provoca su adaptación de un viejo teatro de 1919. (Con información de AP)
Precio único, no para libros digitales
La extensión del precio único de los libros para las ediciones digitales, propuesta contenida en la iniciativa de Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, presentada el pasado 9 de septiembre, es una de las preocupaciones que sacude a la Asociación Mexicana de Internet.
El vicepresidente de Educación y Cultura de la Asociación, Mauricio Angulo, redactó una carta sobre La ley de Fomento para la Lectura y el Libro, donde hace manifiesta su preocupación en dos puntos específicos: la vigencia permanente del precio único para libros electrónicos y el inicio de la vigencia del precio único, vinculado a la reimpresión del libro.
“Estamos a favor del libro y por la promoción de una cultura digital como un complemento de la industria editorial”, explicó, pero agregó que la iniciativa de extender la obligatoriedad del precio único a los libros electrónicos ignora una de sus ventajas de los medios digitales para alcanzar a la población menos favorecida.
De acuerdo con el especialista, “preservar el precio de los libros artificialmente, sin que deban ser impresos, significa retroceder todo lo que hemos avanzado”.
Fuente: eleconomista.com.mx