David Galeano. Agenda Informativa
El gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, continúa con sus aberrantes pifias de fin de periodo, y días después de haber tenido que devolver dos mil hectáreas de bosque en área natural protegida debido a la presión social, después de que horas antes lo había regalado vía decreto a ganaderos; ahora una vez más se mete en un lío forestal, y ha presentado una iniciativa para privatizar dos importantes predios de bosque protegido en el municipio de Huixquilucan, para ponerlo en manos privadas que administrarán un proyecto religioso, atentando además contra el estado laico, un logro que después de mucha sangre y razón, parecía resuelto desde hace años, aunque nuevamente se vuelve a poner en tela de juicio en el Estado de México.
La comunidad judía de Huixquilucan, una de las más poderosas económicamente del país, es a quien estaría destinada en parte la “donación”, la cual ya se ha enviado al congreso local, buscando su aprobación por la vía del fast-track.
Resulta irónico que este mismo bosque de la zona de Huixquilucan, es objeto de disputa desde hace años por parte de diversas comunidades como Santa Cruz Ayotuxco y San Francisco Ayotuxco, quienes llevan años resistiendo y denunciando el despojo de la zona de bosques, para la imposición de diversos proyectos privados.
No obstante que en el mismo municipio, y en la misma zona forestal, a pesar de las alertas de científicos acerca de la desecación de los bosques, y de que los mantos acuíferos están siendo sobre explotados, y no se tiene certeza de donde se va a obtener el agua en 20 años, pues al paso que vamos las reservas de agua no serán sufientes, aún así, el gobierno del Estado de México insiste en seguir robando terreno a las zonas protegidas, y de forma autoritaria entregarlo a un proyecto religioso, sin consulta alguna con la ciudadanía.
La forma apresurada y sigilosa de imponerlo, resulta en motivo para investigarse un muy posible conflicto de interés, más aún porque esta aberración, pareciera una especie de tributo para la visita del repudiado genocida Benjamin Netanyahu, quien a pesar de haber aplaudido el muro de Donald J. Trump hace unas semanas, hoy está siendo recibido con los máximos honores, junto con el comité de vendedores de armas, espías, y demás cómplices que lo acompañan, en la que es por cierto, la primer visita oficial de un primer ministro de Israel en funciones a México.