El tribunal reduce la pena a doce meses de prisión en virtud de una ley aprobada por Prodi en 2006 para combatir el hacinamiento carcelario
El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi ha sido condenado a cuatro años de cárcel y a entre tres y cinco años de inhabilitación para el desempeño de distintos cargos públicos por un delito de fraude fiscal en el llamado «caso Mediaset», por la compra de derechos de películas estadounidenses, informan medios italianos. La pena impuesta por el tribunal supera la solicitada por la Fiscalía de Milán, que pedía tres años y ocho meses de cárcel.
«Il Cavaliere» se beneficiará, no obstante, de la ley sobre indultos 241 de 2006, por la que se le condonarán tres de los cuatro años de prisión y la inhabilitación para cargos a la que ha sido condenado no empezará a contar hasta que la sentencia sea firme, tras una eventual tercera instancia. Los jueces explican, además, que el delito de fraude relativo al periodo 2002-2003 ha prescrito. La reducción de la pena se debe a una norma aprobada por el gobierno de izquierdas de Romano Prodi con el objetivo de reducir el hacinamiento de las cárceles italianas, informa Afp. Esa ley establece que se podrá reducir en tres años una pena de prisión por hechos sucedidos antes de la aprobación de la norma.
La ley de indultos de la que se beneficiará Berlusconi fue aprobada por Prodi en 2006
El tribunal juzgaba al ex primer ministro por la compraventa de los derechos de transmisión de películas estadounidenses por parte del grupo audiovisual Mediaset -del que es propietario el exjefe de Gobierno-, bajo la sospecha de un aumento artificial del precio real de los derechos para evadir dinero al fisco y desviarlo a cuentas en el extranjero. Otro de los imputados era el presidente del grupo, Fedele Confalonieri, que ha sido absuelto.
«Evasión muy considerable»
«Los derechos [audiovisuales] pasaban de mano en mano y se aumentaban de modo injustificado. Eran traspasos carentes de una función comercial. Servían solo para que se elevara su precio», afirman los jueces, que cifran además en 17.500 millones de liras en 2000, en 6,6 millones de euros en 2001, unos 4 millones de euros en 2002 y unos 2 millones de euros en 2003 la cantidad de dinero objeto de esta «evasión muy considerable».
El proceso, que comenzó hace seis años, ha estado suspendido en varios ocasiones, la última en abril de 2011, a la espera de que la Corte Constitucional se pronunciase sobre el último escudo judicial de Berlusconi como jefe del Gobierno, la llamada ley del «legítimo impedimento», que quedó parcialmente invalidada.
Mientras fue jefe de Gobierno, Berlusconi alegó sistemáticamente compromisos de agenda ineludibles, lo que le permitía acogerse a ese «legítimo impedimento» para ausentarse de las audiencias de los procesos que tenía pendientes ante el Tribunal de Milán.
Anteriores condenas
Los jueces han condenado también a tres años de prisión al intermediario cinematográfico de Mediaset, Frank Agrama, al que la Fiscalía define como el «socio oculto» de Berlusconi en la compraventa de derechos televisivos en el extranjero.
Los condenados, incluido «Il Cavaliere», deberán depositar diez millones de euros en la Agencia estatal de Ingresos.
Berlusconi había sido condenado tres veces anteriormente en primera instancia, en 1997 y 1998, a un total de seis años y cinco meses de cárcel por corrupción, falsedad documental y financiación ilegal de un partido político. Posteriormente se benefició de la absolución o de la prescripción de los delitos.
Junto al caso Mediaset, sobre la cabeza de Silvio Berlusconi cuelgan aún otros tres procesos. El más delicado, sin duda, es el conocido como caso Ruby, cuya sentencia podría dictarse el próximo diciembre.
El expresidente del Gobierno italiano está acusado de un doble delito por un tribunal de Milán: prostitución de menores, por invitar reiteradamente a las veladas sexuales en su residencia de Arcore a la joven marroquí Ruby «robacorazones»; y extorsión, por presionar a funcionarios de una comisaría de Milán para que Ruby, detenida por robo, fuera puesta en libertad.
«Il Cavaliere» se inventó entonces que pretendía evitar un conflicto diplomático con Egipto, ya que Ruby era sobrina del expresidente Mubarak.
Ruby hizo este viernes unas explosivas declaraciones que en nada favorecen a Berlusconi. En una entrevista de televisión admitió sin ambages que en la villa de Arcore se practicaba el sexo. «Se hacían bailes «hard» (eróticos); después, quien quería, practicaba el sexo», explicó Ruby.
La joven marroquí aclaró también que «Il Cavaliere» no le pidió de forma «explícita» mantener relaciones sexuales. A la pregunta de si enviaría a Arcore a su hija, que no tiene ni un año, respondió: «Absolutamente no».
Berlusconi también está acusado en Milán por revelar el secreto del sumario del llamado caso Unipol. Y en Bari «Il Cavaliere» está imputado por inducir a Gianni Tarantini, el empresario que le presentó a jóvenes y prostitutas, a realizar declaraciones falsas.
George Clooney no se presentó
El actor estadounidense George Clooney y su exnovia la presentadora italiana Elisabetta Canalis, por otra parte, no se presentaron este viernes en el juicio por el caso Ruby. Sus nombres estaban en la lista de testigos llamados a declarar en el caso.
Fuente: abc.es