El Acapulco de ayer.

MARIA DE LOS ANGELES ROSAS EL ACAPULCO DE AYER
MARIA DE LOS ANGELES ROSAS EL ACAPULCO DE AYER

El Semanario Acapulco, Gráfico, editado por Rogelio Noriega Mares con domicilio en la calle 5 de Mayo No. 24, Tel. 4-58 A.P. 389; en las ediciones que corresponde al 24 de Abril de 1955, publicó en sus páginas la siguiente información:

MARIA DE LOS ÁNGELES ROSAS ESTA A LAS PUERTAS DE SU CONSAGRACION

Definitivamente en María de los Ángeles Rosas Pino tenemos a una gran jovencita que, con éxito puede llegar a los principales escenarios del país, ante los micrófonos de las más grandes radiodifusoras de México y frente a las cámaras televisoras y cinematográficas más fértiles del mundo de habla española.

Ya en Acapulco es sumamente conocida como para que alguien dude de lo que ella es capaz, pero faltaba que ella se decidiera a invadir el cielo artístico de la ciudad de México. Parece que ya está llegando ese día.

María de los Ángeles acaba de terminar el contrato que con todo éxito vino cumpliendo en el COPACABANA CLUB, propiedad de Apolonio Castillo Díaz, quizá esa haya sido su última actuación por temporada en Acapulco, es difícil que podamos volver a admirarla en una pista porteña ¡muy a las calladitas se nos quiere ir!, se le vio cansada.

¡Claro! actuaba hasta las tres o cuatro de la madrugada diariamente, y a las ocho de la mañana ya la teníamos atendiendo “en el mostrador de El Gallo de Acapulco” a las comparadoras de telas ¡pero todo en aras del arte! Si, ya son muchas las propuestas y ofrecimientos que desde la ciudad de México se le vienen haciendo a María de los Ángeles.

Pero ella considera que antes debe de seguir estudiando y adquiriendo mayor dominio en sus actuaciones ante el público.

Tiene todo para triunfar: juventud, voz, simpatía, prestancia, respeto al público, etc. etc… Ahora falta que ella “agarre de los cabellos a la calva oportunidad” y tengan por seguro que ella sabrá cómo hacerlo, aunque por el momento y por su humildad diga que es difícil ¡nosotros sabemos que puede triunfar!

Es casi seguro que en Mayo próximo se marche a radicar a la ciudad de México, ante tantas solicitudes y ofertas es muy posible que de lleno se entregue a las actividades artísticas.

Acapulco necesita una artista de valía como María de los Ángeles Rosas y México la está esperando para su consagración.

María de los Ángeles Rosas Pino fue hija del matrimonio formado por Fernando Rosas Solís y Teresa Pino Gallardo. Fernando a su llegada al puerto de Acapulco se desempeñó como bolero y por recomendación del Gobernador del Estado Alberto Berber trabajó como Cartero y Chofer en la ciudad de México.

Su exitosa carrera de cantante dio inicio en la radiodifusora XEW de la ciudad de México; el tenor Rosas Solís también fue conocido como el “Ruiseñor de Guerrero”

Motivo por el cual María de los Ángeles heredó de su padre una hermosa y bien timbrada voz versátil que diariamente podíamos escuchar en el Copacabana y en fiestas sociales de esa época.

En la tienda de ropa hecha y telas llamada el Gallo de Acapulco que se localizaba en las calles de Melchor Ocampo y Parían en donde actualmente está una negociación llamada MODATELAS fuimos compañeros de trabajo con María de los Ángeles.

Muchas clientas les gustaba que fuera ella quien las atendiera, ya que siempre se distinguió por su amabilidad y don de gentes, pero sobre todo tenía una belleza excepcional.

Detalle muy importante es el que ella comentaba que pronto se iría a la ciudad de México y así los hizo, tiempo más tarde renunció a su trabajo en El Gallo de Acapulco y hasta la fecha nunca la volví a ver.

Con un dejo de tristeza y alegría en su rostro Jorge Silva Sánchez, originario y vecino del Barrio del Hospital recordó la época de su juventud en que María de los Ángeles cantaba diariamente el Centro Nocturno propiedad de Apolonio Castillo Díaz.

Don Gerardo Alvarado Balanzar, hijo de padres acapulqueños, nacido en el Barrio del Teconche, lugar en donde vive hasta la fecha recuerda que el Centro Nocturno Copacabana propiedad de Apolonio Castillo, se localizaba en lo que hoy se conoce como Playa Tamarindos.

Nosotros los más antiguos acapulqueños conocimos en esa playa un “hornito” y por eso la playa se llamaba hornitos; un poco más adelante se encontraba un horno grande y la Playa se llamaba Hornos; hasta hubo un cine que se llamaba Playa Hornos.

En el horno y el hornito se procesó la cal que se ocupó en la construcción del Castillo de San Carlos – hoy conocido como Fuerte de San Diego- de acuerdo a las pláticas de mis bisabuelos, quienes con mucha admiración recordaban que también para fabricar la cal aparte de piedras y otras cosas, le ponían huevos de tortuga.

También hubo otro centro nocturno muy conocido que se llamó el Pájaro Azul y este se localizaba en donde estaba el edificio donde estuvieron las oficinas de la SEFOTUR, las cuales fueron arrasadas por las fuertes corrientes que se originaron con el Huracán Pauline.

En varias ocasiones tuve la oportunidad de asistir a ver la variedad al Copacabana, en realidad la voz de María de los Ángeles era excepcional finalizó Don Gerardo Alvarado.

Procedente del Sureste de México arribó al puerto Armando Ancona, en plena adolescencia, pero recuerda en donde se localizaba el Centro Nocturno Copacabana y coincido con los comentarios vertidos por Don Gerardo Alvarado.

  • Se respetó en todas sus partes el texto original

 

 

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