Investigadores de la Facultad de Turismo y Gastronomía de la Universidad Autónoma del Estado de México llevaron a cabo un estudio sobre la situación de algunas regiones lacustres del Estado de México, con la finalidad de conocer su estado actual y el impacto que éste tiene en la producción de alimentos, principalmente de aquellos considerados como tradicionales.
En este sentido, el profesor e investigador de este espacio de la Máxima Casa de Estudios mexiquense, Carlos Viesca González, señaló que la existencia de un elevado índice de contaminación es uno de los muchos problemas que enfrentan estas regiones, que en otra época eran parte importante del paisaje y en la producción de alimentos.
La polución, dijo, es evidente en los ríos y lagunas, que tienen un deterioro importante, pero también está presente en las áreas aledañas, afectando la tierra donde tradicionalmente se cultivan algunas especies de plantas comestibles o bien, ya formaban parte del ecosistema y por tanto, también integraban la dieta de quienes vivían en las cercanías.
El investigador de la Facultad de Turismo y Gastronomía comentó que el problema requiere especial atención, pues se está alterando el medio ambiente y terminando con los recursos naturales; sobre todo, se afecta la amplia tradición culinaria de las zonas.
Aseguró que la contaminación de los ríos y lagos ocasiona que actividades como la pesca de especies animales comestibles -acociles, carpas y ranas- se haya perdido, comprometiendo la disponibilidad de alimentos tradicionales y nutritivos para las comunidades aledañas.
El investigador de la Máxima Casa de Estudios mexiquense opinó que es necesario llevar a cabo acciones encaminadas a rescatar algunas zonas ,como el Lago de Pátzcuaro y el Río Lerma, debido que poseen una gran variedad de recursos alimenticios naturales, como peces, anfibios, aves, insectos y reptiles, así como especies vegetales que forman parte de la dieta de las comunidades.