18 de mayo.- Tenía unos 25 años cuando quedó varado en un terreno pantanoso. Era un animal grande y fuerte, con unos colmillos que medían más de un metro de largo y 18 centímetros de diámetro. En ventaja, un grupo de cazadores le dio muerte y lo destazó.
La escena ocurrió hace unos 13 o 14 mil años. Así lo expresa Luis Córdoba Barradas, arqueólogo del INAH, quien está a cargo del grupo de expertos que llevan a cabo la recuperación de la osamenta de un mamut descubierta durante la construcción de un drenaje en la localidad de San Antonio Xahuento, en Tultepec, Estado de México.
Las tareas de recuperación, de acuerdo con fuentes del INAH, se realizan con procedimientos que garantizan la estabilidad de los restos óseos y se prevé terminarlas en 20 días aproximadamente, tras iniciarlas el pasado 25 de abril. Los restos del ejemplar incluyen más de 10 costillas, húmeros, fíbulas, un fémur, escápulas, cúbitos, radios, así como una decena de vértebras.
Córdoba Barradas detalla que entre los 60 huesos encontrados a tres semanas de haber comenzado los trabajos de salvamento arqueológico, destacan algunas partes de grandes dimensiones que conservan su relación anatómica, como el cráneo y la pelvis.
El investigador adscrito a la Dirección de Salvamento Arqueológicocalcula que el animal perteneció al periodo final del Pleistoceno (hace 14 mil a 12 mil años); la osamenta tiene una se encuentra en buenas condiciones de conservación gracias a los sedimentos del subsuelo que influyeron en su preservación.
“Era un adulto joven, posiblemente de 20 a 25 años de edad, que pudo haber medido tres metros de altura, es decir, que tenía gran tamaño”, comenta el arqueólgo.
San Antonio Xahuento, y en particular la calle La Saucera donde el mamut fue hallado, corresponde a la orilla occidental del remoto lago de Xaltocan, que formó parte de una zona que contó además con el de Ecatepec y el de Zumpango.
De acuerdo con la cronista del municipio, Juana Zúñiga Urbán,Tultepec cuenta con una gran tradición no sólo en la fabricación de pirotecnia, musical y artes plásticas, sino por la presencia de varios asentamientos prehispánicos. Ante el hallazgo de la osamenta, se solicitó la colaboración del INAH. Participan además de Luis Córdoba, el arqueólogo Felipe Muñoz.
Agencias