Cuba se despide de Fidel Castro

Por Nelson Acosta y Ana Isabel Martinez

LA HABANA, 28 nov (Reuters) – Decenas de miles de cubanos rendían homenaje el lunes a Fidel Castro, quien con su muerte dejó un vacío entre sus partidarios y una sensación de incertidumbre sobre la continuidad de las reformas económicas en la isla, en medio de un acercamiento con Estados Unidos que algunos temen que vaya a enfriarse.

El ex guerrillero marxista que gobernó a Cuba durante casi medio siglo hasta que entregó el cargo a su hermano menor Raúl luego de una enfermedad en 2006, falleció el viernes a los 90 años y las autoridades decretaron nueve días de luto.

Cubanos y también muchos turistas hicieron largas filas bajo un fuerte sol para acceder al Memorial «José Martí» en La Habana, en el corazón de la Plaza de la Revolución, escenario de extensos discursos del líder y convertido en el centro de los homenajes póstumos del lunes y martes.

De forma intermitente, grupos coreaban consignas como ¡Fidel descuida, tu pueblo no te olvida!» o las más conocidas como ¡Viva Fidel!, «Patria o Muerte, Venceremos» y «Hasta la victoria siempre».

Los actos se iniciaron a las 09.00 hora local con el disparo de 21 salvas de artillería simultáneamente en La Habana y Santiago de Cuba, donde comenzó la histórica revolución que acabó derrocando al dictador Fulgencio Batista.

«Fidel has sido patria, ha sido revolución, pero Fidel ha sido sobre todo un hombre que abrió su pecho al pueblo, un gran ser humano», dijo Ana María Vázquez, quien trabajó con Castro en la oficina del Consejo de Estado.

Las autoridades habilitaron tres salas en el Memorial en las que había sendas imágenes de Castro ataviado con su tradicional uniforme militar verde olivo, botas de combate, gorra, mochila y fusil al hombro. Debajo de cada foto se exhibían condecoraciones y fueron colocadas flores blancas.

 

«No fue perfecto. Nadie lo es. Yo soy fidelista. Fidel era una escuela, una enseñanza», dijo Roberto Videaux, un jubilado de 72 años que estaba en el acto, al que muchos asistían con pequeñas banderas cubanas en la mano.

BAJO LA SOBRA DE LA INCERTIDUMBRE

Cuba atraviesa una época de cambios. El Gobierno de Raúl Castro ha implementado reformas para modernizar su frágil economía, pero con el triunfo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos del republicano Donald Trump, muchos dudan que continúe el acercamiento iniciado hace dos años por el mandatario saliente, Barack Obama.

El tono de Trump el lunes no fue promisorio: amenazó con dar marcha atrás con los acuerdos logrados por Obama y Raúl Castro.

«Si Cuba no está dispuesta a hacer un mejor acuerdo para el pueblo cubano, los cubanoamericanos y los estadounidenses en su conjunto, pondré fin al acuerdo», tuiteó Trump.

Las cenizas del Comandante, amado por muchos y odiado por otros, serán llevadas desde el miércoles y hasta el sábado a Santiago de Cuba, siguiendo un itinerario que rememora «La Caravana de la Libertad», el trayecto que hizo con otros revolucionarios en enero de 1959.

La ceremonia de inhumación se realizará el domingo en el cementerio de «Santa Ifigenia», de Santiago de Cuba, en la región oriental de la isla a unos 870 kilómetros al este de La Habana.

Algunos turistas quedaron sorprendidos por la muerte de Castro al aterrizar en Cuba. Muchos otros aprovecharon la ocasión para participar en el homenaje póstumo.

«Tengo esta suerte de poder estar aquí con mis amigos para un poco vivir este día. Es un personaje histórico muy importante», dijo en la fila para entrar al memorial el médico italiano Enrico Cerrato bajo el fuerte sol del mediodía.

«No estaba la gente con ganas de hacer fiesta, de tomar, ni celebrar. Seguro volvemos en otro momento y será diferente», dijo el turista de 34 años, quien visitaba la isla por primera vez. (Reporte adicional de Sarah Marsh. Editado por Javier López de Lérida, Carlos Aliaga y Pablo Garibian)

 

 

Reuters

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