DESPERDICIO EL PRESIDENTE Peña, por ego, o por naturaleza humana, la oportunidad de quedarse callado, y apostó por una hemorragia discursiva y de propaganda cromática en los estertores de un gobierno fallido, esto, tanto en los medios escritos, electrónicos, digitales e incluso en los medios no convencionales, un recuento de lo que él considera aciertos de su gobierno, pero que solo ahonda la brecha de su administración y la gran mayoría de los mexicanos, pese al tener más del 90 por ciento de los medios de comunicación a su servicio…
LOS TEMAS Y LOS AGRAVIOS de su gobierno a los mexicanos son muchos: los 43 normalistas; La Casa Blanca; la corrupción oficial; la venta del país a los extranjeros; la falta de apoyo a los damnificados del sismo del pasado septiembre; el aumento de la deuda extranjera y nacional a más de 10 billones de pesos; la inseguridad nacional y los miles de asesinatos y desaparecidos; los sobre ejercicios en las obras; los gasolinazos; la Reforma Educativa; el saqueo del país y sus instituciones por sus colaboradores cercanos; el hecho de sostener en cargos de primer nivel a individuos nocivos para el país, como Luis Videgaray…
LAS FAMOSAS REFORMAS “ESTRUCTURALES”; los pagos a la alta burocracia, en detrimento de los bajos salarios que padecemos; la vergüenza extemporánea de muchos de sus colaboradores cercanos, esos que se beneficiaron con grandes sueldos a costa del hambre de millones de mexicanos, que les maldicen; y así hasta el infinito…
Y LOS MAS GRAVE, que este escribidor le reclama a Enrique Peña: haber declarado en entrevista, que una vez fuera de la presidencia, se podría dedicar a conductor o al periodismo, lo cual, lo siento como una bofetada al gremio periodístico…
ES CUANTO…