14 de Agosto de 2012.- Un 20 por ciento de los huixquiluquenses, es decir, unos 44 mil habitantes, padecen enfermedades de tipo estomacal y/o respiratorio derivadas de las descargas de drenaje a cielo abierto en barrancas, lo que representa un gasto de 4 millones 795 mil 239 pesos al año en salud, aseguró Abel Huitrón, director del Organismo del Agua.
La descarga de aguas sin tratar a cauces federales está sancionada por la norma 001/1996 de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y establece que es de observancia obligatoria para los responsables de dichas descargas.
Araceli Barroso, presidenta de colonos de Hacienda del Ciervo, aseguró que los habitantes de este residencial buscan entablar pláticas con autoridades municipales para encauzar sus drenaje, pero que éstas no han tenido lugar.
«Ya las desarrolladoras nos entregaron mal los edificios, muchos sin plantas de tratamiento, pero eso fue hace 10 años, ahora corresponde al Municipio resolver el tema del encauzamiento del drenaje y estamos dispuestos a ayudar, pero las autoridades no nos han recibido», apuntó Barroso.
La administración actual emprendió un programa ejecutivo para el encauzamiento de drenaje en barrancas. Sin embargo, el Presidente Municipal de Huixquilucan, Alfredo Del Mazo, rechazó que el proyecto se ejecute en los próximos meses.
Con un costo total de 304 millones 218 mil 719 mil pesos, el proyecto ejecutivo de Saneamiento de Barrancas de Huixquilucan, iniciado en la Administración pasado y ampliado en la actual, contempla el encauzamiento de siete arroyos: Arroyo San Francisco, Arroyo Hondo Alto, Arroyo Hondo Medio, Arroyo Ajolotes, Arroyo Santa Cruz, Arroyo el Borracho y Arroyo Sordo, lo que beneficiaría a 11 mil 988 habitantes.
A través del Fondo Nacional de Infraestructura (Fepi), comité que depende de Banobras, el Sistema de Aguas de Huixquilucan concursó para obtener el financiamiento ejecutivo para el Saneamiento de Barrancas.
«Este es un proyecto ejecutivo que abarca a todo el Municipio, que involucra a todas las barrancas que se sanearían, se requiere tener este proyecto validado por Banobras para presentarlo a la Cámara de Diputados federal para que se autoricen los recursos», detalló Huitrón.
Cobran por tubo inexistente
Ante la inexistencia de un desagüe municipal, las descargas residuales de la zona residencial terminan en cauces naturales.
Sin embargo, los vecinos deben pagar una cuota mensual como si sus aguas negras transitaran por un tubo.
«Nos cobran las descargas a una red municipal que no existe. Nosotros pagamos el agua, y la misma cantidad de agua que usamos nos la cobran como desecho que tiramos a una red municipal de saneamiento que no existe. Está fuera de toda norma», acusó Fernando Salvidea, miembro del Comité de propietarios de Hacienda de San Nicolás.