“Nací para ser maestro”

  • En tierra mexiquense los maestros estatales construimos Historias de  10

Bueno, mi historia es genial y desde ese día supe que nací para ser maestro. En el año 2000 egresé en la carrera de Licenciado en Educación Primaria de la Normal 4 de Neza,  me dieron el nombramiento en la Escuela de los Héroes VII,  tiempo después llamada Benito Juárez.

Ese año me dieron la oportunidad de dar clase a 6° grado,  tenía mucho que aprender pero fue un reto  que redituó en muchas satisfacciones.  Al terminar el ciclo escolar, me encomendaron el 1° grado grupo “B”; el enseñar a leer, escribir, los números, era un gran desafío, sin embargo fue el mejor de mi carrera hasta ahora; por el trabajo que se realizó con la ayuda de los padres de familia, de mis compañeros. El ver evolucionar a estos niños en sus primeras letras, lecturas, números y las travesuras fue motivante.

Innumerables recuerdos me vienen a la mente, cuando llegó el día del niño realizamos la parodia del Ratón Vaquero, todos disfrazados de ratones, fue muy divertido, el día de las madres recuerdo un caos, muchos bailes, sorpresas y rifas. Llegó el día del maestro, este hecho marco toda mi vida ya que los alumnos llegaron con diversos regalos de todo.

Ese día, un niño, Paco, llegó al final de la clase con un regalo, una cajita como de medicina, mal envuelta en papel de regalo arrugado y viejo, con mucha, mucha cinta adhesiva y un gran moño; Paco me dijo, “maestro lo abre en su casa por favor, porque me da pena”,  le contesté “si hijo no te preocupes”.  Al llegar a casa saqué todos los regalos y al final el de Paco, tenía mucha cinta adhesiva y se me dificultó abrirla.

Era una caja de medicina que tenía en su interior una hoja de papel, era un dibujo de una manzana y un muñeco con las siguientes palabras “maestro Oscar no tengo mucho dinero como mis compañeros; pero le doy las gracias por enseñarme a leer y escribir y por ser tan chistoso, lo quiero mucho y por favor cuídese mucho.” Esta hoja en verdad que me hizo pensar que acerté en mi profesión y que con gusto cada alumno que tengo en mi grupo le otorgó un pedazo de mí y de mi forma de ser.

Para mí los requisitos para ser un docente son: tener una memoria de elefante, una paciencia de ángel, un corazón del tamaño del sol, ojos por todos lados de la cabeza, un filtro nasal, ocho brazos como pulpo, piernas resistentes, una vejiga de cinco litros y un sistema inmunológico de alto grado!!!  Y aun así dicen que es fácil esta profesión…. Doy gracias por ser maestro, tengo 11 años comprobándolo y es genial.

Profr. José Oscar García Albarrán, Escuela Primaria Benito Juárez, Nezahualcóyotl.

El SMSEM a través del Programa Historias de 10 promueve la labor de los maestros estatales. Participa en www.facebook.com/pages/SMSEM-2009-2012 y twitter@smsem0912

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *