SIRIA. En todo el mundo existen personas homofóbicas, lo cual es
inadmisible, y toman decisiones drásticas para este grupo de personas que
han sido enjuiciadas por donde se le quiera ver.
Pero llegar al límite, únicamente en este país, donde el grupo extremista del
Estado Islámico (EI) ejecutó a nueve hombres y un niño a los que acusaba
de homosexualidad, en el centro y norte de Siria, informó este lunes el
Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), ONG con sede en
Londres.
Siete hombres fueron ejecutados en Rastan, una ciudad de la provincia
central de Homs, «tras haber sido acusados de homosexualidad», indicó
Rami Abdel Rahman, director del OSDH, que dispone de una vasta red de
fuentes en el país, sumido en una guerra sangrienta desde hace cuatro
años y medio.
Los yihadistas del EI también mataron a dos hombres y un niño por la
misma razón en Hreitan, en la provincia septentrional de Alepo.
Según Abdel Rahman, estas ejecuciones fueron hechas en público, pero los
combatientes del EI destruyeron todas las cámaras que pudieran haber
filmado estos asesinatos.
El grupo yihadista sunita ha utilizado métodos brutales para imponer su
poder en las regiones que controla en Siria e Irak, en las que proclamó su
«califato».
En estos territorios controlados por el EI, la homosexualidad, la brujería o la
lealtad al presidente sirio Bashar al Asad son causa de pena de muerte.
Hasta hace poco tiempo, el EI lapidaba y tiraba desde altos techos a las
personas accusadas de homosexualidad, según el OSDH.
El 24 de agosto, el Consejo de seguridadad de la ONU escuchó en Nueva
York el testimonio de homosexuales sirios e iraquíes víctimas de
persecución por parte del EI.
Según el OSDH, el grupo yihadista ha ejecutado a más de 3.000 personas,
entre las cuales 1.800 civiles, desde junio de 2014.