*Subrayó que es preciso llamar la atención del próximo gobierno federal con respecto al presupuesto destinado a las universidades públicas.
TOLUCA, Méx. – Es necesario que el estado mexicano reconozca su deuda con la juventud y garantice el acceso a una educación de calidad e incluyente, afirmó el rector de la Universidad Autónoma del Estado de México, Alfredo Barrera Baca.
Al encabezar el primer informe anual de actividades de la directora de la Facultad de Ingeniería, María Dolores Durán García, subrayó la necesidad de llamar la atención del próximo gobierno federal con respecto al presupuesto destinado a las universidades públicas, comprometidas con la formación de capital humano y la generación de conocimiento científico y tecnológico para el progreso del país.
“En las últimas dos décadas, la UAEM duplicó su oferta e infraestructura educativa para atender de 55 mil a 80 mil alumnos. Creó una nueva escuela cada dos años e incrementó su matrícula tres mil alumnos cada año”.
Refrendó el compromiso de la Autónoma mexiquense para ofrecer a los jóvenes una formación profesional incuestionable. “Nos hemos esforzado por ampliar la matrícula, por multiplicar los espacios educativos y proveer educación de calidad con una planta académica cada vez más capacitada y comprometida”.
En el marco de este ejercicio de rendición de cuentas, Dolores Durán García destacó que todos los programas de maestría y doctorado de la Facultad de Ingeniería forman parte del Programa Nacional de Posgrados de Calidad del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT).
Refirió que las licenciaturas en Ingeniería Civil, Ingeniería en Computación, Ingeniería Electrónica e Ingeniería Mecánica tienen el aval de instancias reconocidas por el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (COPAES), mientras que Ingeniería en Sistemas Energéticos Sustentables cuenta con el reconocimiento de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES).
Dolores Durán García detalló que en respuesta al sismo del 19 de septiembre de 2017, estudiantes y profesores de este espacio universitario integraron brigadas para apoyar a la población más afectada, con inspecciones y dictámenes estructurales de casa habitación, escuelas e inmuebles de patrimonio cultural.